El nuevo parque que se creará en la zona de los Garrofers está totalmente ligado a la construcción del nuevo depósito de Ronda Bellavista, que llevará a cabo Aguas de Busot de Mataró durante este 2018. Una obra que se considera absolutamente clave y necesaria para garantizar el abasto de agua a la ciudad, y que supondrá una gran inversión por parte de la compañía de aguas municipal. El proyecto, previsto dentro del Plano Director del agua de Mataró, prevé la creaci´ó del depósito y de dos grandes cañerías que lo conectarán con los existentes a Can Boada y al polígono del Plan de en Boet.
Según Aguas de Busot de Mataró, este conjunto de obras son necesarias para aumentar la reserva de agua disponible a la ciudad, contar con un sistema alternativo en caso de incidencias que pueda asegurar el servicio a las zonas de Cerdanyola y Centro, tener un punto más de captación de agua del sistema de Aguas de Busot Ter-Llobregat. También se quiere mejorar la calidad del servicio a la zona del polígono industrial del Plan de en Boet, y garantizar el suministro de agua propia.
La inversión total prevista deja clara la dimensión del proyecto: un total de 7.3 millones de euros. Las obras durarán nuevo meses y el depósito tendrá un total de 10.000m3. Las cañerías que se construirán, por su parte, tendrán una longitud de 6 kilómetros. Evidentemente las obras supondrán un cierto trasbals para la ciudad, puesto que implicarán el levantamiento y posterior cobertura de varios viales de la ciudad. La arteria principal pasará por la avenida Puig y Cadafalch para conectar con Can Boada. La que conectará con el poilígon de Pla de en Boet pasará por la ronda Bellavista, ronda Presidente Tarradellas, lateral de la B-40 hasta llegar a la calle Josep Calvet por el lateral de la Riera de Argentona. La complejidad de la operación obligará a adjudicar las obras en tres fases diferentes.
El alcalde, David Boto, lo definió como "una gran obra" y "la inversión más grande de este mandato". La construcción del depósito empezará al mes de mayo, y la urbanización de sus entornos de cara en agosto, con el objetivo de tener todo el proyecto terminado antes de acabar el 2018.
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