«Mi padre trabajaba en un restaurante pero cuando acababa del trabajo no volvía a casa sino que se iba con los amigos al bar. Recuerdo algunos días llegar a mediodía a casa de la escuela y encontrármelo allá durmiendo la mona, y tenerlo que despertar yo cuando en realidad tenía que estar trabajando».
El relato es de Isabel, de 22 años, una mataronina que esconde bajo este nombre su identidad real. Hasta los trece años vivió en Vilassar de Mar y el padre de la cual tuvo graves problemas de adicció al alcohol, una situación que se cree que en Cataluña puede afectar un 10 por ciento de la población, que es la que se considera que bebe en exceso y que por lo tanto está en situación de riesgo para desarrollar esta patología.
«Empecé a ver sigue el relato que mi padre iba como un extraño, que hacía mucho mal olor de alcohol. Y por otro lado me empezó a abuchear por cualquier cosa, no paraba. Un día porque no había vaciado el lavaplatos, otro por la lavadora...». Según Isabel su padre la insultaba y le decía que era una carga de forma insistente, aprovechando que su madre y su hermana durante todo el día no estaban en casa. La cosa no llegó a las manos, pero si que la amenazó varias veces al hacerlo. Las peleas con su madre, cuando ya era la cama, también eran una constante. Según Isabel, su padre llegó a tener tan asumida la adicció que no lo afectaba: «Conducía y hacía de todo, el que pasa es que necesitaba el alcohol, estaba muy enganchado, igual que al tabaco». Los problemas laborales que tuvo su padre a nivel laboral, evidentemente, no ayudaron a mitigar el problema. Asegura que su padre tardó mucho a darse cuenta de la adicción que sufría: «La madre siempre lo explica. Ella vio que bebía de vez en cuando pero mi padre le dijo que no pasaba nada y en realidad siguió bebiendo y fue hacia peor», recuerda.
La situación que vivía Isabel trajo consecuencias a nivel escolar: «Llegó un punto que esto me trajo problemas a la escuela, donde sacaba muy buenas notas. Cuando empecé a bajar el rendimiento, mi tutor se dio cuenta, me pidió que me pasaba y le expliqué», recuerda. El propio tutor fue quién se puso en contacto con su madre, hecho que resultó clave para resolver la situación: «Mi madre le plantó las maletas a la puerta», recuerda, en el que fue el punto de inflexión real de toda la historia. «Fue cuando él se dio cuenta que no estaba bien. Buscó ayuda y empezó a ir al grupo de Alcohólicos Anónimos (AA) de Mataró: «No se ha perdido ninguna sesión», comenta indicando el buen trabajo de la asociación.
Dejar la adicción de golpe
Ahora hace seis años, el padre de Isabel tomó la decisión de dejar el alcohol. Y lo hizo de una forma bastante radical. «Dejó de beber y de fumar de golpe; es la única manera. Desde entonces no ha probado una gota de alcohol», subraya. El proceso, obviamente, no fue nada fácil y provocó que empezara a comer en exceso y se tuviera que poner a dieta, pero lo superó, a pesar de que siga yendo a la reuniones de AA.
La vida con su padre ahora es mucho más facil: «Pues se nota en que, a pesar de tener mucho carácter, antes de discutirse contigo te dice las cosas bien», comenta. Isabel asegura que no le tiene en cuenta la época pasada a su padre: «Sé que estaba enfermo, que ha hecho el esfuerzo, se ha salido y ahora está ayudando otra gente a salirse».
Y que recomienda a la gente que se encuentre en una situación parecida? «Pues que no se lo calle. Todos los que tienen un familiar que le pasa esto piensan que los propios adictos se darán cuenta. No, no se dan cuenta. Hasta que no ven que pueden perder todo el que tienen no se dan cuenta».
Lee el reportaje 'Me llamo Merced y soy alcohólica' publicado en 'Mataró Report' el junio de 2005

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Alcohólicos anónimos: 71 años de historia
La asociación Alcohólicos Anónimos nació el 10 de junio de 1935, ahora hace 71 años, a Akron (EE.UU.) cuando un hombre que había conseguido mantenerse sobre por primera vez después de haberlo intentado muchos golpes buscó otro alcohólico para compartir con él sus experiencias en un esfuerzo para no recaer al adicció. J. S.
Imagen de una reunión de la sección local de Alcohólicos Anónimos.
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