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En lucha por los derechos de los animales

Sílvia Serra, presidenta de la Protectora de Animales de Mataró

El año 1998 Sílvia Serra recogió un perro en mal estado en la calle y lo dejó a la Protectora de Animales de Mataró. Un golpe allá, se quedó enganchada. Enseguida se hizo socia y empezó a ir como voluntaria cada domingo. "Sentía que tenía muchas ganas de ayudar y de conseguir mejoras para los animales, que entonces estaban con muchas carencias", recuerda. Serra llegó quizás en la peor época de la historia de la protectora, cuando se decidió cerrar su gestión como servicio municipal. Un año de experiencias muy duras donde Serra vivió la miseria que se vivía en aquel momento en el mundo de los animales de compañía. "Hablamos del año 2000 y todavía se aplicaban unas medidas inhumanas hacia los animales", lamenta la mataronina. Fue justo aquel año cuando Serra entra a la junta directiva de la Sociedad Protectora de Animales de Mataró y, sólo dos años más tarde, asume el cargo de presidenta. Lo hace con el objetivo de afrontar una nueva etapa ya con una nueva situación en Cataluña y lo entrega de Hace falta Pilé, donde pudieron traer todos los animales y empezar la nueva trayectoria. Durante este tiempo, en 2005 Sierra también acepta el reto de dirigir la gestión municipal del centro de acogida del c/ Galicia: "Desde entonces siempre he trabajado en contra del sacrificio dentro de los centros de acogida, que nunca más vuelva a sufrir un animal".

Notas un cambio en la conciencia de la sociedad hacia los animales?
Sí, con los años se nota una madurez en la sociedad y especialmente en la catalana, que va avance y se emmiralla bastante en países europeos. Hay más volumen de personas sensibilizadas y preocupadas por causas que afectan los animales, comparado con 20 años atrás. Cuando la sociedad empieza a preocuparse por un tema, la parte política también lo ha hecho. De hecho, la ley catalana de protección animal fue una de las primeras a salir y nos hemos convertido un poco en el espejo de todo el Sido Espanyol.

Se da demasiada importancia a los animales de compañía?
Todo el contrario. Que la gente se vuelva más animalista o sensible hacia cómo se trata un animal muestra la madurez de la sociedad, es el barómetro de salud de un país. Maltratar un animal de compañía que depende de tú totalmente se podría equiparar con maltratar un niño o una persona grande que no se puede valer por ella misma. Son seres indefensos, los hemos criado nosotros y, sin nuestra ayuda, morirían de frío y de hambre.

Continúan los abandonos?
Sí, y quizás ahora hay más que antes porque hay más cantidad de personas que tienen gatos y perros. Desgraciadamente, todavía hay desconocimiento y falta de responsabilidad a la hora de traer un animal a casa.

Como hacer frente a los problemas de convivencia que pueden generar?
No es el mismo tener una mascota en una zona rural que en una zona urbana. Hay de haber una normativa ajustada a la problemática del municipio. La nueva ordenanza que entra en vigor en Mataró se ha trabajado bien y con interés.

Mataró es una ciudad preparada?
Necesitamos espacios por los perros y por reubicar gatos de colonias que no están en lugares adecuados, además de un centro de acogida diferente de Hace falta Pilé y su modelo ya un poco arcaico. Si hay voluntad política, las entidades locales y la ciudadanía podemos ayudar a resolver estos pequeños conflictos. Pero tenemos que trabajar conjuntamente.

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