Inmigración Rocafonda pobreza
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Vern Bueno Casas

Un piso en Mataró por 40.000 euros? No es ningún chollo

Los portales inmobiliarios se llenan de anuncios a precios muy por debajo del mercado, sin esconder que se trata de viviendas ocupadas ilegalmente, a pesar de que en algunos casos también viven inquilinos con contratos de alquiler social

El precio del m2 en Mataró supera los 2.200 euros, elevándose hasta los casi 3.000 en algunos barrios, así que de media la compra de un piso de 80m2 difícilmente estará por debajo de los 200.000 euros. La obra nueva, evidentemente, se dispara todavía más, siendo inasumible para muchos bolsillos. Un panorama desolador.

En la búsqueda de una improbable ganga, muchos usuarios de portales inmobiliarios, como Idealista, Habitaclia o Fotocasa, optan por ordenar los anuncios por precio, de más barato a más caro. En los últimos meses, las primeras páginas resultantes de la búsqueda aparecen llenas de inmuebles a precios muy por debajo del mercado. Actualmente, el piso más barato que se puede comprar en Mataró (55m2, tres habitaciones, barrio de Cerdanyola Sur) cuesta 40.000 euros. ¿Cómo es posible esto? ¿Es una ganga? Evidentemente, hay gato encerrado.

"Oportunidad solo para inversores", suele rezar el anuncio de estos pisos

De hecho, de escondido no tiene mucho, ya que el propio anuncio especifica cuál es el problema. Se trata de un inmueble ocupado, donde vive gente que no ha manifestado su intención de marcharse. El redactado es muy similar al que se puede leer en prácticamente todas las promociones de pisos en venta por menos de 100.000 euros en la ciudad: "Oportunidad solo para inversores. El activo se encuentra ocupado por personas sin título justo. Debido al estado ocupacional del activo, no se pueden realizar visitas al mismo". Ante esto, no sorprende que solo incluya fotos de la fachada del edificio y no del interior.

Pis al carrer València
En este bloque de la calle Valencia hay un piso ocupado a la venta por 40.000 euros. Foto: Idealista

Unos 4.000 pisos ocupados en venta en Cataluña

Anuncios como este se cuentan literalmente por cientos en los citados portales. Sin datos oficiales actualizados, se sabe que la cifra de inmuebles ocupados en Mataró supera los 3.000. La mayoría son pisos procedentes de ejecuciones hipotecarias tras la crisis de 2008 que pertenecen a fondos de inversión vinculados de alguna u otra manera a bancos, los cuales han decidido, después de muchos años inmovilizados, poner estos activos en venta. Algo que está ocurriendo en Mataró y en muchas otras ciudades: según datos de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Cataluña citados por 324.cat, podría haber cerca de 4.000 pisos ocupados en venta en toda la región.

Comprar un piso ocupado evidentemente no tiene nada que ver con la adquisición de una vivienda en condiciones normales. Se trata de inmuebles que, por razones obvias, normalmente no se pueden visitar. Por lo tanto, se adquieren a ciegas, y al contado, ya que ningún banco otorgará una hipoteca para la compra de un piso que no se puede ver previamente y, por lo tanto, tasar. 

El piso se compra a ciegas y al contado, ya que ningún banco te dará una hipoteca

Por este motivo, la mayoría de anuncios especifican que estos inmuebles son "solo para inversores". Quien lo adquiere no es una persona o una familia que pretenda entrar a vivir en el corto plazo; el perfil de comprador es alguien dispuesto a asumir el riesgo de un largo periplo judicial, si es que el banco propietario del inmueble lo ha iniciado, para poder expulsar a los actuales inquilinos. Y una vez logrado, entrar en el edificio sin ninguna garantía de que su estado de conservación lo haga habitable sin necesidad de grandes reformas. Si la jugada sale bien, en un futuro podrá venderlo o alquilarlo a un precio muy superior al de la compra; pero el proceso, además de ser éticamente muy dudoso aunque 100% legal, está lleno de riesgos.

Desde el Sindicato de Vivienda de Mataró, que ya denunció esta situación el otoño pasado, destacan que no todo el mundo que vive en estos pisos lo hace de manera totalmente ilegal. "Los hay ocupados, pero también los hay alquilados", señalan. Tras la dación en pago, muchas de las familias afectadas lograron firmar con el banco un contrato de alquiler social, y a partir de ahí, el inmueble empezó a pasar de mano en mano. Tal y como señalan desde el Sindicato, con el objetivo de deshacerse de los “activos tóxicos” de la crisis, los bancos vendieron lotes de miles de pisos a grandes fondos de inversión internacionales, como Blackstone y Cerberus, y sus múltiples filiales.

Inquilinos con alquiler social

“En el Sindicato hemos asesorado un caso de una anciana con contrato de renta antigua, cuya familia se encontró imágenes de su piso en el portal Idealista, sin su consentimiento. Es muy grave, porque este tipo de inquilinos tienen derecho de tanteo y retracto, de adquisición preferente”, constatan. Desde el Sindicato han recopilado varios casos de personas con contratos de alquiler social firmados con bancos que descubren que los nuevos propietarios no quieren saber nada de ellos. Por ejemplo, el de dos vecinos de Pla d'en Boet y Rocafonda respectivamente, inquilinos de la misma filial de Cerberus, Promontoria Colisseum, que mientras intentaban conseguir la renovación de su contrato de alquiler, se encontraron sus pisos anunciados en un portal inmobiliario

"Diez años después del punto álgido de la crisis, los contratos de alquiler social han comenzado a caducar y los inquilinos descubren que el nuevo propietario no quiere saber nada de ellos. La ley 24/2015 obliga a los grandes tenedores a renovar los contratos en casos de vulnerabilidad, pero desde el Sindicato aseguran que esto no se cumple", constatan los activistas. 

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