Violeta (izquierda) y sus compañeros con la mascareta quirúrgica (sin la EPI que llevan en la zona de aislamiento). Foto: V. T.
Violeta (izquierda) y sus compañeros con la mascareta quirúrgica (sin la EPI que llevan en la zona de aislamiento). Foto: V. T.

"La capacidad de unión de todo el personal sanitario ante el coronavirus está siendo impresionante"

Una enfermera de la zona de aislamiento del Hospital de Mataró relata el día a día junto a los pacientes y la lucha contra la epidemia

Cada anochecer, los ciudadanos de todo el país, confinados en casa suya en cumplimiento del estado de alarma para evitar la propagación del coronavirus, salen a los balcons y aplauden al colectivo sanitario que, durante estos últimos días, se están dejando la piel a los hospitales para combatir la epidemia. Entre ellos hayVioleta Torrent Pinart, enfermera mataronina que trabaja en la zona de aislamiento habilitada al Hospital de Mataró, donde seconfinan los pacientes que presentan síntomas de contagio del virus covid-19 y restan a la espera de resultado, o bien aquellos que han dado positivo y que requieren de atención continuada. Según los últimos datos, hay siete personas ingresadas que han dado positivo, dos de los cuales a la UCI.

Los profesionales sanitarios del Hospital de Mataró y de todos los centros médicos del país están sometidos a mucha presión y tensión, y su exposición a la enfermedad es, obviamente, más grande que la de cualquier ciudadano; hay que recordar que hay más de 90 trabajadores del hospital en aislamiento domiciliario por haber sido en contacto con algún contagiado o haber contraído el virus. Pero, a pesar de estas condiciones tan duras, todos y todas siguen al pie del cañón. "La capacidad de unión de todo el personal sanitario ante el coronavirus está siendo impresionante", explica Violeta. "Médicos, enfermeras, auxiliares, limpieza, cocina, almacén, compras, riesgos laborales, y una larga lista de personal. Estamos pasando muchas horas juntas y estamos siendo una piña más que nunca porque todo rutlli".

Trabajan con mascaretes especiales, ojeras de protección, bata impermeable, doble gua, y disponen de un protocolo muy rigid para evitar contagios

Violeta trabaja habitualmente en el área de geriatría, pero hace más de una semana que está destinada en el área de aislamiento. "Empezamos siendo tan sólo un auxiliar y una enfermera por turno, pero ahora el equipo se ha multiplicado. Constata que los profesionales destinados en el área de aislamiento cuentan con todo el material necesario para trabajar en condiciones de seguridad. "Es la zona más protegida del hospital", asegura. Trabajan con mascaretes especiales, ojeras de protección, bata impermeable, doble gua, y disponen de un protocolo muy rigid para evitar contagios: Violeta es una de las enfermeras, entre otras muchas que realiza el frotis a los pacientes, otro profesional traslada la prueba a un tercer trabajador, justo en la frontera de la unidad de aislamiento, que es quien acaba trasladándola a la caja que se destina a los laboratorios de los hospitales Clínico de Barcelona o Hermanos Trias y Pujol de Badalona. "En las últimas horas la espera se ha reducido pero seguimos esperando los resultados con mucho impaciencia.

Las tareas habituales se complican

Todo el material de protección que traen encima hace que técnicas y procedimientos habitualmente sencillos se compliquen. "Hacer la higiene de los pacientes, cambios de pañales, analíticas y muchas pruebas que habitualmente no requieren de mucho esfuerzo ahora se hacen más difíciles: con las dobles ojeras que se entel·len, doble gua, la bata impermeable. Sudas y te agotas, pero nosvamos saliente y seguimos haciéndolo lo mejor que podemos a pesar de las condiciones actuales", relata. Habitualmente la ratio de pacientes por enfermero a planta es de 10 a 14, dependiendo del momento de la semana, pero con estas condiciones, en la zona de aislamiento nopueden asumir más de cuatro, según explica Violeta.

"Nos encontramos pacientes angustiados, aislados a la espera de unos resultados que tardan al llegar, sin el apoyo presencial de sus familiares, y que se asustan al vernos vestidos así"

La mayoría de los pacientes con los que la enfermera mataronina ha trabajado durante esta última semana son mayores de 65 años, y la mayoríatienen más de 80. Personas grandes, con patologías previas, que tienen que afrontar una situación muy complicada. "Nos encontramos pacientes fuerza angustiados, desorientados, cerrados y aislados a la espera de unos resultados que tardan tiempos al llegar, que no tienen el apoyo presencial de sus familiares, y que se asustan al vernos vestidos de este modo", relata ella.

L'UCI de l'Hospital de Mataró, en una fotografia d'arxiu. Foto: ACN

La UCI del Hospital de Mataró, en una imagen de archivo. Foto: ACN

Los profesionales sanitarios tienen que limitar sus entradas en cada habitación, para evitar los contagios y optimizar el material, por lo cual los pacientes están la mayor parte del tiempo sólo, tan sólo con su teléfono móvil para poder hablar con la familia mientras esperan el resultado de la prueba. "No es una situación fácil para nadie", constata.

Como nota positiva, Violeta constata que, desde su punto de vista, los mataronins se están comportando razonablemente bien ante la epidemia y las restricciones impuestas. Afirma que en el Hospital la presencia de familiares es muy reducida, haciendo caso a la limitación de una visita por paciente y día, y que cada vez que le toca ir a cumplir con su turno de trabajo, observa una ciudad prácticamente vacía y sin tránsito. "Creo que Mataró se está organizando muy bien ante la situación que vivimos" concluye.

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