Una vez más le ha tocado a la Cultura. El gobierno municipal del PSC-En común Podemos ha decidido que era ella quien volvería a ser la víctima (prácticamente única) de los recortes.
Desgraciadamente, no es ninguna novedad, pero sobta que en un año donde los impuestos municipales han subido más que nunca, haya partidas presupuestarias que no se puedan, ni siquiera, mantener respecto a los años anteriores.
La concepción que el gasto en cultura son costes para la administración, en ninguna parte de verlo como inversión en la ciudadanía, es el quid de la cuestión.
Y si a esto ponemos cifras, todavía nos pondremos más las manos a la cabeza. Realmente, el impacto económico de hacer o no hacer el Festival Internacional de órgano, la Cata de jazz, la Noche de la Cultura y tantas otras actividades canceladas, no son más que "el chocolate del loro" enfrente un presupuesto global que este año se ensarta a 147 millones de euros.
Entonces, se nos plantea la gran pregunta: por qué el gobierno actual quiere pasar las tijeras a la concejalía de cultura?
Ante la necesidad de potenciar los acontecimientos culturales en todo la ciudad, de apoyar a los nuevos creadores, y, en definitiva, intentar que Mataró tenga el relevo en materia de cultura que le correspondería, la solución es eliminar las actividades que ya funcionaban perjudicando a miles de ciudadanos satisfechos con estas iniciativas?
Desde el Grupo municipal de Esquerra Republicana-Movimiento de Izquierdas nos comprometemos a hacer toda la fuerza que podamos desde la oposición para revertir el sentido de este reducción en las actividades culturales y continuaremos reivindicando la cultura como una necesidad para la ciudadanía: la cultura como valor en sí misma, la cultura como herramienta imprescindible para la cohesión social, la cultura como motor económico y de promoción de la ciudad.
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