Los Pastorcillos de Sala Cabañas son la obra familiar por excelencia. A platea, donde grandes y pequeños la disfrutan por igual, pero también arriba del escenario, donde niños, jóvenes, adultos y gente mayor protagonizan los múltiples papeles del montaje. Actores y actrices amateurs que no fallan nunca a la cita y que han asumido todo tipo de roles, y que no renunciarían a hacer los Pastorcillos para nada del mundo. Hablamos con cuatro de ellos que nos explican el porqué.
Ante el papel de su vida
Anna Fernàndez. Hace de Àngel Miquel
"Cada vez que finalizas una temporada piensas: 'el año que viene, ya veremos...', pero te llega de nuevo la solicitud y te apuntas sin pensarlo. Bien es verdad que es un vicio! Ahora tengo 20 años y empecé a participar a la obra cuando tenía 11. En casa nadie es mucha de teatro, no me traían y con la escuela tan sólo íbamos mucho tanto en tanto, pero a mí siempre me había gustado mucho. Y me apunté a los Pastorcillos porque una amiga mía de clase también iba. En aquel momento para entrar como menor de edad tenías que ir acompañado de un familiar adulto, así que hice que ma madre también se involucrara. Y hoy toda la familia estamos metidos! La madre, el padre y mi hermana grande. Nos tendríais que ver en casa por estas fechas: el padre viene y nos recita sus versos, mi hermana nos canta sus canciones, la madre hace la coreografía... Lo vivimos absolutamente en familia".
"Por mí los Pastorcillos representan muchísimo. He crecido con ellos, he conocido muchísima gente"
"Este año me toca hacer de Àngel Miquel. Empecé haciendo papeles muy pequeños y he ido ganado protagonismo, pero nada como el que me espera esta temporada. Es un papel que siempre me ha llamado mucho la atención pero que nunca me habría imaginado que podría hacer. Le toca estar solo al escenario y tiene mucho texto, algo que nunca he tenido que entomar hasta ahora. Yo lo veía para gente mucho más grande y preparada. Pero en Marc Molina me dijo que me veía para hacerlo. Ya me lo propuso el año pasado pero yo no estaba disponible y este golpe, al volver a insistir, lo he aceptado. Por mí es todo un reto, pero el hecho que en Marc, a quien ya conozco de mis años a la escuela de teatro de La Saca, confíe tanto en mí hace que yo también crea en mí misma. Dice que físicamente doy la talla porque soy alta y también porque tengo un carácter bastante fuerte! Que quizás de Virgen Maria sí que no me veía. También es cierto que a él le gusta mucho apostar por gente nueva y joven. Bien es verdad que será el papel de mi vida, aunque en el futuro haga de más grandes, nunca tendrá la importancia que este primero".
"Por mí los Pastorcillos representan muchísimo. He crecido con ellos, he conocido muchísima gente, de hecho mi grupo de amigos actual sale todo de aquí. También es el aprecio que recibes, ser participio de todo el trabajazo que hay detrás, y de una obra preciosa. Hay quién dice que está un poco obsoleta, pero para mí es el contrario, es el momento de recuperar la magia de la Navidad de toda la vida".
Desde Rusia a los Pastorcillos
Olga Khazova. Está al corazón y este año canta la canción triste
"Decidí apuntarme a Los Pastorcillos por casualidad. Vine a vivir en Mataró hace tres años y el primero que hice fue apuntarme a un curso de catalán donde conocí otra chica rusa. Un día nos reunimos en casa suya, después de la comida canté en ruso nuestras canciones populares preferidas y su marido me comentó que yo y mis hijas pequeñas podríamos participar a Los Pastorcillos. Yo quería hacer una actividad donde también pudiera estar con mis niñas y esto fue perfecto". "Recuerdo que el día del casting fui a la Sala Cabañas y había una cola muy larga. El director del corazón nos pidió hacer unos ejercicios de voz que yo ya dominaba porque había estudiado música, piano, solfeo y corazón en Rusia. Me aceptaron a mí y a mis hijas y este es el segundo año que participamos en la obra. Mi hija pequeña hace el baile de las Pedretes y la grande el baile de duende. También hacen de ángeles y pastoras"
"La música de Los Pastorcillos es una combinación de la voz, los instrumentos en directo, las luces, el vestuario, es todo un conjunto que lo hace mágico"
"Ensayamos mucho, normalmente durante dos horas. Entre semana el ensayo empieza a las 21 h y acaba a las 23 h, que por los niños es bastante tarde pero puedo decir que mis hijas después del ensayo están súper contentas y con más energía que antes. Y a mí me pasa el mismo, por mí es como una terapia, especialmente los ensayos de corazón porque me encanta escuchar a los otros. Además, nuestra profesora de canto es una profesional y cuando ella intenta sacar de nosotros el máximo yo disfruto mucho."
"El año pasado, que fue nuestro primer año, cuando salíamos de ensayar y íbamos a dormir, mi hija me pedía que le cantara la canción triste. Es una canción muy suave y lenta que la relaja mucho. Cómo que ya cantaba este tema a mis hijas pensé: por qué no cantarlo por todos los niños y niñas que vengan a ver nuestro espectáculo? Así que este año doy un paso más y me estreno cantando la canción triste de Casa de Naïm. Sólo traigo tres años aquí y hacer esto en catalán, rodeada de gente que habla perfectamente el catalán por mí es todo un reto." "Estar a Los Pastorcillos me ha ayudado a integrarme más y ahora me siento como si fuera un miembro de la familia. Cuando vendes a vivir a un lugar que no conoces normalmente estás más nervioso o estresado, especialmente porque cuando no conoces el idioma. En este caso el teatro por mí ha sido una herramienta para expresarme y relacionarme".
Bastante grande como para entrar a la sala de máquinas
Rebrote Camps. Hace de técnico de sonido
"Participo a los pastorcillos desde pequeño, de bebé hice de niño Jesús. Siempre he sido haciendo de actor pero yo prefería hacer de técnico, lo quería probar. No me dejaban serlo porque todavía era muy pequeño pero este año ya tengo 10 años ya me han dejado hacerlo. Ahora soy el técnico de sonido más joven que hay a la función".
"No me dejaban ser técnico de sonido porque era muy pequeño pero este año por fin ya puedo serlo".
"Los grandes me van dando instrucciones y yo hago el que me dicen. Tengo que encargarme de mirar como están las pilas para saber si está baja la batería, tengo que ir preguntando quién es cada personaje... Voy cercando por todas partes. Durante los ensayos practico todas mis tareas y me aseguro que todo el mundo tenga los micrófonos bien porque se los escuche cuando estén actuando al escenario. Si hay algo que falla la obra no sale perfecto. Todos trabajemos mucho porque salga bien".
"A mí me gusta más hacer de técnico de sonido que estar al escenario pero igualmente hago las dos cosas porque también actúo haciendo de duende con otros niños. Así que tengo que hacer dos trabajos. Creo que lo haré bien".
De pequeña, ángel; de grande, pastora
Coral Espetx. Hace de pastora
"Yo empecé con siete años actuando a los Pastorcillos al baile de las Pedretes, estuve durante un tiempo participando en la obra. De joven plegué porque tenía otras prioridades típicas de la edad como estar con los amigos o salir. Después de tener los niños, cuando mi niño tenía 10 años le propusieron participar y yo también fui. Estuve de cosedora durante un tiempo y después pasé a actuar en la sala. De pequeña hice de varios personajes infantiles como el ángel, pero de grande siempre he hecho de pastora".
"Formar parte de Los Pastorcillos, sea cual sea tu tarea, requiere un compromiso importante".
"Me gusta mucho estar a los pastorcillos y espero estar muchos años más si la salud me lo permite. A mí me hace mucha ilusión participar porque me gusta mucho el teatro y todo el que significa esta obra. Creo que Los Pastorcillos es una obra importante, es una cosa nuestra que además de representar hechos que me han enseñado, como la vida de Jesús, también es muy guapa de ver. Como espectador, cuando la voces te das cuenta que no sólo hay trabajo de los actores sino que también de vestuario, maquillaje, sonido, luces, decorado, etc.".
"También pienso que es guapo ver como participa gente de todas las edades, desde los niños hasta los padres. Es una forma de hacer una actividad juntos. Al final, acabamos pasando mucho rato preparando la obra y se puede decir que acabamos formando una gran familia donde todos somos imprescindibles. Formar parte de Los Pastorcillos, sea cual sea tu tarea, requiere un compromiso importante. Tienes que venir a todos los ensayos, sea entre semana o los fines de semana. Por eso hace falta que te guste el teatro, tienes que disfrutar del hecho de venir a la sala, sino no valdría la pena. Yo mientras pueda hacerlo y tenga fuerzas seguiré participando porque me llena mucho".
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