Buena parte de las escuelas públicas de Mataró han cancelado los últimos días sus casales de verano. Inicialmente se abrieron inscripciones para un total de diecinueve casales, pero actualmente ya hay once de cancelados, que secundan los centros que ya semanas atrás se hicieron atrás. Según han denunciado algunas asociaciones de familias, con la normativa que se ha "impuesto" como consecuencia de la crisis sanitaria "es imposible realizar un casal de verano atractivo para los niños".
Las AMPA critican que el Departamento de Educación se "precipitara" a la hora de anunciar que las escuelas abrirían en junio y que habría actividades en verano sin que se hayan concretado las medidas para el retorno a las aulas: "No hemos tenido suficiente apoyo de la Administración, quien ante esta situación tendría que haber previsto alternativas". El Ayuntamiento de Mataró admite que hay mucha incertidumbre sobre la manera en como hacer cumplir las medidas sanitarias necesarias, así como "miedo" a posibles contagios. Esto ha empujado a muchas asociaciones de familias, que son las que gestionan los casales de verano, a hacerse atrás: "No podemos ofrecerlo por responsabilidad y sobre todo por la salud de nuestros niños", se lamentan.
Los que se mantienen, a la espera
Además, los ocho casales que mantienen su intención de salirlo adelante sabrán en los próximos días sí pueden hacerlo. Obviamente, la Covid-19 y los protocolos sanitarios sobre desinfección de instalaciones, distanciamiento entre niños y niñas o hábitos higiénicos cambiarán por completo la noción y la realidad del que eran los campus de verano hasta ahora. Los centros escolares de Mataró reabrirán el 8 de junio, en motivo de la fase 2, en un final de curso de excepción anunciado días atrás por el Departamento. Luego que acabe el curso el lógico seria que empezaran los casales, pero ni la fecha ni la manera con que se llegará a este estadio no se dan por seguras.
Una subvención que se tendrá que readaptar
El Ayuntamiento financia con 71.000 euros el programa de casales de verano de la ciudad pero ahora tendrá que modificar el sistema puesto que uno de los requisitos para recibir la subvención municipal es que haya al menos 30 alumnos inscritos, una circunstancia que encara hoy no se cumple en algunos centros, con las preinscripciones ya cerradas. Una semana atrás, sobre la cifra del total de se ensartaba hasta los 1.300 niños pre-inscritos. Es un 56 por ciento del total del año anterior, si bien hay que considerar que por las exigencias sanitarias la ratio de chicos y chicas por grupo tendrá que ser obligatoriamente más baja.
Esto provocará que esta subvención cambie. Miquel Àngel Vadell, regidor de Educación, explica que "miraremos de modificar las condiciones porque a la haber menos ocupación nos podríamos encontrar que los casales reciben menos dinero de los previstos y en cambio tengan más gastos. Miraremos de ser más flexibles y garantizar que toda la partida destinada a casales vaya a parar a casales, sin el condicionante de la cantidad de niños y niñas". En Educación trabajan ya también al garantizar todos los servicios de limpieza y desinfección que pidan los protocolos, para poder garantizar la realización de los diferentes casales. El Ayuntamiento asumirá el coste de desinfectar las instalaciones.
Optimizar el uso de instalaciones
Con una normativa exigente, que establecerá los cuatro metros cuadrados por niño, hay el temor a que alguno de los casales no tenga suficiente espacio físico en las instalaciones que acostumbraba a usar. "El que está claro es que no serán casales como los del último verano y que habrá que buscar nuevos espacios y optimizar muy bien los existentes en los diferentes centros", explica Vadell. Es probable que parte del trabajo que se tenga que hacer para movilizar nuevos espacios por los centros escolares sea necesario también de cara al inicio del nuevo curso, cuando las ratios por aula bajarán y habrá que hacer extensiones de escuelas en nuevos locales y equipamientos. Desde el Ayuntamiento todavía no se trabaja en este horizonte, en espera de órdenes más concretas sobre el reinici escolar y no se esconde la crítica a la improvisación y los anuncios repentinos del Consejero Bargalló.
Unos protocolos muy exigentes
espera que el PROCICAT oficialice los protocolos con los que tendrán que trabajar los organizadores, hay diferentes documentos pendientes de aprobación que ponen de manifiesto la exigencia en el cumplimiento de las medidas sanitarias que será la tónica de este verano.
Porque haya campus y casales hay que estar en fase 3. La propuesta recoge dividir los niños en "grupos de convivencia" de 10 niños con un monitor, una ratio de la que no se puede bajar. Se establece dos metros de distancia como medida permanente y cuatro metros cuadrados como espacio estándar por cada chico o chica. Se recomiendan actividades al aire libre que eviten el contacto, incluso entre miembros del mismo grupo, cosa que puede ser realmente difícil en según qué edades.
Cada casal tendrá que disponer de protocolos propios avalados por Juventud de la Generalitat y cada día se revisará el estado físico de monitores y chiquillería, repasando que no haya casos de síntomas de virus y comprobando la temperatura. La evaluación médica tendrá que ser documentada de manera permanente y al alcance de cualquier instancia que quiera comprobarla. El mismo documento establece que las entradas y salidas de las instalaciones sean escalonadas, que los niños no compartan material o que las instalaciones cerradas se ventilen tres golpes a los día. La desinfección diaria también es obligada y en el caso de las instalaciones públicas lo asumirá claramente el Ayuntamiento. Cada iniciativa tendrá que tener su propio "Responsable de Seguridad e Higiene" y el lavado de manso y el uso de mascaretes será común.