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Un instante del acto. Fotos: R.Gallofré

Carla Samon

Mataró mantiene vive el nombre de Joan Peiró en el 75è aniversario de su fusilamiento

El acto ante su tumba contó con la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, el alcalde David Boto y la hija del anarcosindicalista, Guillermina Peiró

Mataró hizo ayer lunes, día 23, un homenaje a la figura y obra del anarcosindicalista Joan Peiró y Bales. Tuvo lugar en el marco del Año Peiró con motivo del 75è aniversario de su fusilamiento durante el régimen franquista. El acto, organizado por una comisión ciudadana, tuvo lugar ante su tumba al cementerio de los Caputxins y contó con la presencia de la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, el alcalde de la ciudad, David Boto, familiares de Peiró y centenares de personas y representantes políticos y sindicales.

El lunes 24 de julio hacía 75 años que Joan Peiró había sido fusilado por las autoridades franquistas. Pasados unos minutos de las cinco y media de la tarde, empezó a sonar un antiguo himno del anarcosindicalismo español, 'Salud Proletarios', que inauguró el acto. Después se citaron referencias a Peiró de personalidades como Pere Gabriel, el expresidente del Parlamento Joan Rigol o Josep Benet. El mensaje fue claro: "hay que mantener vive el nombre de Peiró".

Siete personas subieron al escenario para denominar aquellas siete víctimas del franquismo. A cada nombre lo seguía un silencio y un petardo. La última al romper el silencio fue la bisnieta del homenajeado: "Y mi bisabuelo, Joan Peiró y Bales" dijo

A continuación se hizo un resumen del juicio sumaríssim de las siete personas que, como Peiró, fueron asesinadas la tarde de hacía 75 años. Entonces llegó uno de los momentos más emotivos del acto. Siete personas subieron al escenario para denominar aquellas siete víctimas del franquismo. A cada nombre lo seguía un silencio y un petardo. La última al romper el silencio fue la bisnieta del homenajeado: "Y mi bisabuelo, Joan Peiró y Bales" dijo.

A continuación se procedió a la lectura de fragmentos de textos de Joan Peiró y otros sobre él para ver las diferentes facetas de revolucionario, sindicalista y cooperativista. Más tarde se hizo la ofrenda floral a la tumba donde restan los despojos de Peiró. La ofrenda fue iniciada por Carme Forcadell y David Boto y la continuaron las diferentes entidades asistentes al acto. De fondo, sonaba Fosas del Silencio, una canción que critica la justicia española, clama por la reparación de la verdad y dignifica las víctimas de la represión y aquellos que todavía buscan sus familiares desaparecidos.

Boto destacó "la dignidad" de Peiró y su "defensa de los derechos de los trabajadores", y Forcadell lo definió como "un hombre honrado, justo y de principios éticos"

Y llegó el turno de los parlamentos. Primero, el alcalde de la ciudad destacó de Joan Peiró "su dignidad, la defensa de los derechos de los trabajadores y la alternativa al capitalismo". "Fue un hombre honrado, justo y de principios éticos" añadió Forcadell, que también recordó que 28 personas declararon en su favor en aquella época "de miedo y terror". "Pero la sentencia de muerto ya estaba dictada porque fue ministro de la República y se negó a colaborar con el fascismo" indicó. En este sentido, la presidenta admitió que, a pesar de la aprobación de la ley que declara nulos los consejos de guerra sumaríssims en Cataluña, en el caso de Peiró no se ha podido hacer esta reparación histórica porque el sindicalista murió en el País Valenciano. "La democracia no será verdaderamente democracia hasta que las víctimas del franquismo sean reparadas y los sea devuelta su dignidad" exclamó Forcadell, refiriéndose al Estado Español que "continúa sin pedir perdón".La última al intervenir fue la hija del anarcosindicalista, Guillermina Peiró, que agradeció el recuerdo que se estaba haciendo a su padre. "Se lo merecía porque luchó por todo el mundo, sobre todo por los obreros" justificó. "Estoy muy orgullosa de decirme Guillermina Peiró" añadió.

Las barricadas

El homenaje acabó con la canción "Las Barricadas", queva hacer levantar algunos puños entre el público. Al acabar, se sintió uno "viva Peiró" que provocó un grito conjunto final de "viva", que dio en los últimos aplausos.

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