Can Fàbregas se tendrá que reconstruir a su emplazamiento original, el mismo desde el cual va la antigua fábrica fue desmontada pieza a pieza. Un auténtico juego de los disparates que ha quedado confirmado por el último y definitivo revés judicial, el del Tribunal Supremo, que ha dado la razón a la sentencia del TSJC que invalida el planeamiento urbanístico del sector de Can Fàbregas que ideó el Ayuntamiento para atraer El Corte Inglés. La misma sentencia que consideraba "irracional" y "inverosímil" la operación de desmontaje y traslado de una nave catalogada para liberar un solar para los grandes almacenes.
Es decir, que el Ayuntamiento habrá lanzado a la basura más de 3 millones de euros, el coste que supone desmontar y volver a montar la fábrica. La regidora de Urbanismo, Núria Moreno, dice que ahora hay que "estudiar como se lleva a cabo la ejecución de la sentencia y que implica", por lo tanto no confirma que el Ayuntamiento esté obligado a reconstruir la fábrica a su lugar. Pero la decisión del TSJC, avalada por el Supremo al rehusar los recursos de casación presentados por el consistorio, no dejan lugar a ninguna alternativa. El que dice es que el traslado de la fábrica no se podía hacer, al tratarse de un elemento protegido con el máximo nivel dentro del catálogo del patrimonio municipal. Invalida la ordenación urbanística del 2013 y hace vigente la del 2017, cuando la fábrica todavía era a su lugar. El mismo al cual tendrá que volver.
"Tendrá que convivir un volumen comercial con el volumen de la nave", destaca la regidora de Urbanismo
Moreno ha explicado que encargó al servicio de Urbanismo del Ayuntamiento que estudiara cómo sería la ensambladura urbanística del Corte Inglés en el solar de Can Fàbregas "dando cumplimiento a la sentencia". Es decir, como se tendría que adaptar el centro comercial a la presencia de la fábrica. "Tendrá que convivir un volumen comercial con el volumen de la nave", destaca la regidora. Algo que El Corte Inglés siempre ha rechazado: ellos adquirieron el solar de Miquel Biada con Ronda Alfons XII (hoy Ronda de la República) a condición de que estuviera totalmente limpio. 26.000m2 de techo comercial edificable, en la construcción de la cual el operador comercial tenía previsto invertir más de 40 millones de euros.
Desde el Ayuntamiento consideran que todavía hay margen de maniobra para negociar con El Corte Inglés su llegada en Mataró, en el mismo emplazamiento, aunque tengan que hacer lugar a la fábrica reconstruida. "El modelo del Corte Inglés ha ido cambiando respecto a años atrás, podemos analizar si el actual tiene ensambladura con las volumetrías que comportan tener Can Fàbregas al solar", apunta Moreno, en una referencia al hecho que la situación económica y la capacidad de inversión de la empresa no es la misma que hace diez años. De momento El Corte Inglés todavía no se ha pronunciado oficialmente sobre la decisión del Supremo.
Mientras tanto, y desde 2009, las piezas troceadas de Can Fàbregas siguen criando malvas en un solar del Vecindario de Valldeix, en un estado que nadie sabe del cierto si es el adecuado como para proceder a la reconstrucción de la nave. Esta se tenía que hacer a las esquinas de Biada y Tetuan, para acoger la Casa de la Cultura Popular, tal y como pactó el gobierno municipal de CiU con la CUP en 2014, un proyecto que teóricamente tenía que financiar El Corte Inglés y que ya hace meses que se ha descartado 'de facto', incluso antes del revés del Supremo. Hoy el solar que se había reservado para el proyecto se está adecuando como aparcamiento en superficie.