Mataró y el Maresme vivirán los próximos días, hasta nuevo aviso, con las condiciones vigentes de la nueva normalidad o la fase de reanudación sin ninguna más novedad que el temor a que el Govrern de la Generalitat, en cualquier momento, pueda decretar restricciones para frenar el aumento de casos de Covid-19 .
El Gobierno ha decidido este viernes extender en Barcelona y 12 municipios de su primera corona metropolitana (junto con la Noguera y el resto del Segrià) las medidas que ya implantó en tres barrios del Hospitalet días atrás. El gobierno recomienda no salir de casa y cierra cines, teatros y locales de ocio nocturno. Limita el aforo interior de bares y restaurantes al 50% y prohíbe los encuentros de más de 10 personas. La consejera de Salud reconoce que hay transmisión comunitaria.
"La última oportunidad" antes de un confinamiento severo
Se trata, pues, de un retroceso en la desecalada que en palabras de la portavoz Meritxell Budó "es la última oportunidad" antes de hacer un confinamiento más drástico de la población. Los municipios metropolitanos afectados son Viladecans, el Prat, Sant Joan Despí, Sant Boi, Cornellà, Sant Just, Esplugues, l'Hospitalet, Montcada, Santa Coloma, Sant Adrià i Badalona.
La preocupación en el Maresme se explica para ser colindante con el área que entra en la nueva situación y, a la vez, por la altísima movilidad de tipo laboral que conecta cada día la comarca con toda el área de Barcelona.