Mataró sigue siendo el punto de encuentro de centenares de jóvenes que cada fin de semana buscan fiesta, beber y ganas de pasárselo bien. No sólo se trata de jóvenes mataronins que salen de sus casas para acercarse en su punto de encuentro del ocio nocturno de la ciudad, el Plan de en Boet, sino que cada vez son más los jóvenes de todo Cataluña que escogen Mataró para divertirse las noches de viernes o sábado. Pero por qué muchos de ellos deciden beber en la calle? El motivo principal es ahorrarse los precios de las copas a las discotecas.
Ya es habitual ver como cada fin de semana a las 12 de la noche grupos de jóvenes bajan a la estación de tren de Mataró provenientes de diferentes localidades catalanas. Se encaminan hacia el Plan de en Boet y, durante el camino, ya empiezan a sacar las bolsas donde traen las botellas de alcohol que se han preparado ellos mismos. Esto es el que hizo el pasado viernes Cristina, una joven que vendía acompañada de un grupo numeroso de amigos que llegaba hasta los 10 miembros. "Todos tenemos entre 17 y 18 años, venimos de Begues y cogemos buzo y tren sólo para salir de fiesta en Mataró, normalmente los viernes", explica la joven que llegaba desde este municipio del Baix Llobregat. Ellos venden a Cocoa, la discoteca por excelencia entre los adolescentes y que cada fin de semana reúne miles de jóvenes a su interior y colas quilométricas al suyo cercando para poder entrar. Es sobre todo a los entornos de esta discoteca donde ha aumentado considerablemente el consumo de alcohol a la calle. "Nosotros hagamos botellón porque las copas adentro nos valen 10 euros, mientras que una botella de las que traemos nos vale 2-3 euros a cada cual", argumenta Cristina, que reconoce que "siempre que venimos encontramos mucha policía controlando la zona pero sinceramente nosotros creemos que no hay por lo tanto: vamos a la nuestra, no molestamos a nadie y el único que quizás sí que hacemos es ensuciar, nada más".
El mismo hace la Maria y su grupo de amigos. Ellos viven en Olesa de Montserrat y aproximadamente un viernes al mes vienen a Mataró en tren para salir de fiesta a Cocoa. "Nosotros bebemos en la calle porque adentro es muy caro, si fuera más barato no me importaría nada beber directamente a la discoteca", comenta la Maria. Ella y sus amigos beben en la calle porque encuentran como ventaja el hecho de poder dividirse el gasto y el consumo entre las diferentes personas del grupo: "las copas a la discoteca nos valen 8-9 euros y con este precio nos podemos beber dos botellas en la calle, puesto que hacer botellón nos sale por unos 3 euros por ninguno y yatenemos por toda la noche". A pesar de que no vienen cada fin de semana, más de un golpe se han encontrado con los Mossos d'Esquadra por la zona, que los han hecho vaciar las botellas. "Normalmente te las hacen vaciar y, si no lo haces, te multan, pero ahora mismo nos acaban de parar los Mozos y sólo nos han dicho que nos cambiáramos de lugar", explican.
Aparte de ahorrarse dinero, otro motivo que impulsa los jóvenes a beber en la calle es el hecho de poder escoger y controlar aquello que beben. "Adentro tenemos que pagar consumición obligatoria igualmente, pero tenemos la costumbre de beber en la calle también porque aquí sabes el que te pones, sabes qué bebes y controlas tú la cantidad" explica la Carol, una chica que viene de Montgat acompañada de sus dos amigas de 18 y 21 años. "A la discoteca coges una consumición, después otra, otra... en cambio aquí, cuando noquieres más, tapas la botella y ya está", comentan.
Todo y estos beneficios, la Carol reconoce que la parte negativa del botellón en Mataró es la suciedad que hay en todas las calles del polígono: "cada vez que vengo me encuentro el mismo ambiente, todo pleno de botellas, de vomitados... es por eso que nosotros siempre intentamos traerlo todo a la basura cuando es la hora de entrar, esté la botella llena o no".
Comentarios