Cuando queda poco más de un mes por Semana Santa, la cabe de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Vall de Hebrón, Magda Campins, llamamiento a ser conscientes del momento y no relajar medidas. "No podemos salvar la Semana Santa como salvamos la Navidad porque ya hemos visto el precio que hemos pagado", declara al ACN. Campins alerta que si se hace, en un contexto con más circulación de nuevas variantes, la situación puede ser "crítica". Y es que, en líneas generales, es partidaria de "no relajar más" y, en caso de que se haga por motivos económicos, hacerlo de manera "muy mínima" y en aquello "que implique menos contagios".
La doctora explica que finos hace cuatro o cinco días la situación epidemiológica era de bajada importando de la tercera oleada. Considera que, sin el efecto de las nuevas variantes, se podía pensar que en unas semanas se llegaría a una situación de control y si se hacía una desescalada "muy lenta" y crecía el porcentaje de vacunados, a un momento "como el del verano". Este escenario pero se aleja por la circulación de las nuevas variantes.
Campins afirma que la circulación de la británica es ya "muy alta" en Cataluña y lo relaciona con el cambio de tendencia de los datos epidemiológicos. Cree que en los próximos días la velocidad de propagación, la Rt, puede llegar al 1 y entonces se entrará en una nueva fase de incremento de casos. "Nos preocupa porque son variantes mucho más contagiosas y en en cuanto a medidas a aplicar para intentar cortar las cadenas de transmisión no hay más", apunta.
Sectores como la restauración a la expectativa con las nuevas restricciones. Foto: R.Gallofré
Voz "posible" la cuarta oleada
La doctora extiende esta preocupación al hecho de "si se podrán mantener las medidas restrictivas durante mucho tiempo porque la economía está muy malograda". Su visión es clara: "Si flexibilizamos las medidas para dar un poco de respiro a la economía volveremos a subir, volveremos a tener una cuarta oleada que puede ser más peligrosa que la tercera". Argumenta esta idea sobre el hecho que la presión asistencial es mucho más alta ahora y en la que jugarían un papel importante variantes más transmisibles que las anteriores. "En la situación en la que estamos ahora si esto se produjera, sería terrible", insiste.
Alerta que una situación así podría obligar suspender cirugías y dejar de atender determinadas patologías, cosa que, asegura, los grandes hospitales no han hecho durante la segunda y tercera oleada.
Con todo, voz "posible" esta cuarta oleada, a pesar de que no cree que pueda ser "tan terrible" como en el Reino Unido puesto que en Cataluña ya hay medidas restrictivas. "Pero esto no saca que puedan haber más casos y por eso es muy importante no desescalar", repite.