"Los que estamos con un pie a cada banda, somos hijos del Centro pero vivimos en un barrio como este, lo podemos decir muy claro: Mataró no es una sola ciudad". Maria Majó, secretaría de la asociación de vecinos de Rocafonda, tiene muy claro donde raen los problemas de su barrio de acogida. "Por muchas inversiones y proyectos urbanísticos que se realicen, nohabrá ningún cambio si previamente no cambia radicalmente la mentalidad en la gente, que hoy no entiende que la ciudad se tiene que construir con las aportaciones de todo el mundo quevive". Cuando se refiere a "todo el mundo", lo hace específicamente con la población de origen extranjero que hoy conforma cerca del 40% del vecindario de Rocafonda. "Hasta que no se vea que la mujer musulmana analfabeta con pañuelo sea una ciudadana con los mismos derechos y expectativas que yo, que sea tan mataronina cómo yo y le podamos ofrecer el misma que al resto, no habremos conseguido nada", manifiesta.
"Los que somos hijos del Centro pero vivimos en un barrio como este, lo podemos decir muy claro: Mataró no es una sola ciudad"
Para conseguirlo, Majó considera que hay que ir mucho más allá del que se ha hecho con la Ley de Barrios. Aplaude algunos de los proyectos quehan surgido, como el Parque de Rocafonda o la Biblioteca Antoni Comas, pero echa de menos que se destinen más recursos a programas sociales y de fomento de la convivencia. "Toda la parte socioeducativa prevista en el proyecto no se ha desarrollado mucho, nos hacen falta muchos más profesionales en este ámbito que trabajen a largo plazo"
"Rocafonda ha acolit la gente más débil y con menos recursos, totalmente noquejada por la crisis económica"
En el ámbito urbanístico, la líder vecinal también reclama más "valentía" para incidir en los problemas que sufre el barrio. "Rocafonda es hija de la especulación, del lucro injusto e ilegal de unos promtors que hicieron las calles estrechas, construyeron pisos mal hechos allá donde no podían", recalca Majó, que vivió en primera persona aquella época. Unos pisos a los cuales los falta ascensor, garaje, calefacción o luz natural, elementos que empujan sus habitantes a abandonarlos para marchar a las nuevas promociones de Vía Europa o Camino de la Sierra. Rocafonda, entonces se acaba convirtiendo en el barrio de llegada del alud de inmigrantes de origen africano que llega a la ciudad. "La gente más débil y con menos recursos, que hoy en algunos casos viven en una pobreza extrema, totalmente noquejada por la crisis económica", recalca Majó. Su temor es que Rocafonda acontezca un gueto, definido como un barrio donde "sus habitantes nuncasalen y los vecinos otras zonas nuncaentran". Su reivindicación pasa, por un lado, para conseguir que los jóvenes vayan más allá de sus calles, y que a la vegada Rocafonda acoja equipamientos de ciudad que atraigan vecinos otros barrios.
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