Nueva normalidad con un objetivo: la reanudación económica

Durante todo el confinamiento se habló de nueva normalidad como el estadio finalista al que se llegaría después de la emergencia sanitaria, en espera de un tratamiento o vacuna que derrote la Covid-19 por siempre jamás. A la práctica, pero, el que entró en vigor sólo 24 horas después del cambio de la fase 2 por la fase 3 es el que la Generalitat bautizó como "fase de reanudación". El nombre no siempre hace la cosa y más allá de nomenclatura, Mataró y todo el país entran ya, después de San Juan, en un nuevo tiempo en el cual la reactivación económica es el gran objetivo en paralelo a la contingencia del virus, siempre amenazante de devolver.

El diccionario dice que la reanudación es "la acción de retomar, de continuar una cosa interrumpida". Precisamente este es el propósito máximo de la nueva etapa, que la sociedad y su músculo económico vuelvan a rutllar. El que durante todo el periodo de confinamiento se definía como "nueva normalidad" viene a suponer que se permite todo pero se mantienen como imperativos la distancia social, la mascareta y las medidas higiénicas en todo tipos de actividades. Así decaen los porcentajes de aforo de negocios o espacios y el Gobierno apela a la solidaridad, el sentido común y la protección para seguir evitando la propagación del virus. La fase de reanudación también es el turno de un otra nombre por el diccionario particular de este año: autoresponsabilitat.

Todos los sectores en linde

El autoresponsabilitat es la nueva máxima entre la ciudadanía y entre comercios y empresas la gran aspiración es que la reanudación se asemeje al máximo a la normalidad manllevada por la pandemia. Tiendas, bares o restaurantes ven con alivio la flexibilización normativa y esperan que poco a poco la ciudadanía recupere confianza y hábito de consumo. Son casos de sectores que ya habían podido abrir puertas pero por el contrario hay otros establecimientos que hasta la entrada en vigor del actual estadio han sido cerrados. Entre estos hay que contar hostelería o gimnasios.

El Hotel Atenea Puerto Mataró, por ejemplo, abre puertas el 1 de julio después de que el restaurante seanticipara algunos días. El que llegó a ser extensión hospitalaria tiene que ser uno de los activos por una temporada turística en clave mataronina con la incertidumbre como punto de partida. Hay reaperturas que se harán esperar más como por ejemplo los principales cines de la ciudad. Fuentes de Mataró Parco confirman que hasta medios de julio no se podrá ir a Cinesa.

Otro ejemplo de sector que esperaba la nueva etapa y casi que ha acabado con la cola entre piernas es el del ocio nocturno. El pasado fin de semana algunas de las principales discotecas reabrieron -con mascareta obligatoria, entradas compradas previamente y otras medidas- pero lunes la Generalitat prohibió el baile hasta nuevo aviso, con el consecuente enojo de la patronal del sector. Las restricciones al baile son "un jarrón de agua fría", dicen desde FECALON, que consideran "inviable la apertura". Además, el sector avisa que la situación económica es "catastrófica" y la financiera "está al límite", y por eso reclama "una línea de ayudas reales". En Mataró por ejemplo la sala Clap tiene decidido seguir cerrada: "No abriremos hasta que no se pueda abrir con pista de baile y con el 50% de aforo. Nos han comentado que podemos llegar a hacer fiestas privadas, pero de momento no nos sale por anticipado, explica un de sus responsables Nilo Moyano.

Las normas de la fase de la reanudación

Espacios al aire libre: En los espacios al aire libre, la distancia interpersonal de seguridad puede rebajarse sí: se hace uso de mascareta, se hace un registro de los asistentes o preassignació de localidades y si se regula la circulación para evitar aglomeraciones en los cruzamientos y los puntos de más frecuencia.

Uso de mascaretes: Es obligatorio el uso de mascareta para los ciudadanos mayores de seis años a la vía pública, espacios al aire libre y espacios cerrados abiertos al público siempre que no sea posible mantener una distancia de 1,5 metros.También se mantiene la obligatoriedad de la mascareta en el transporte tanto privado -a excepción de miembros de una misma unidad de convivencia- como público.

Reuniones familiares sin límite de números: Las reuniones familiares y actividades sociales no tienen ningún límite concreto de personas. Se podrán hacer de manera preferente con las personas que mantienen un contacto muy habitual y evitando las altas concentraciones de personas. Se considera aglomeración cuando no se puede mantener la distancia física interpersonal de seguridad.

Sin aforos limitados: Los locales no tienen un porcentaje asignado: tienen que garantizar una distancia de seguridad equivalente a una superficie de 2,5 metros cuadrados por persona. A los establecimientos de hostelería y restauración, el Gobierno pide que se fomente la prereserva.

Espacios cerrados: En cuanto a los espacios cerrados, se fija la necesidad de sectoritzar la zona, con control de acceso y salidas independientes. El número máximo de personas se limita a 1.000, que se puede doblar si hay localidades preassignades.