Los entornos del complejo deportivo del Sorrall, la torre de Can Palacete y de la zona verde de los Garrofers, que conforman una de las entradas en Mataró, vivirán un destacado lavado de cara con la aplicación del nuevo planeamiento urbanístico de este sector. El plan, al cual dio luz verde el Pleno Municipal, prevé dotar la zona con una nueva zona comercial de 41.000m2, basada en varios locales de superficies medianas, y de un hotel de cinco plantas. Todo ello, dependiendo de si los propietarios del suelo lo desarrollan o encuentran promotores para hacerlo.
"Hemos comprobado que hay interés, pero de momento no se ha materializado nada", explicó la regidora de Urbanismo, Montse Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al pleno. El gobierno municipal entiende que la zona puede atraer promotores para desarrollar comercios y otros servicios, gracias a su ubicación a la entrada de la ciudad y conexión fácil con la C-60 y la Ronda de Mataró. Rodríguez destacó que el planeamiento "prevé un aprovechamiento mediano, no una macroàrea terciaria o comercial". La superficie total prevista se queda a 20.000m2 de la que tendrá el Corte Inglés, y se dividirá en varios edificios limitados a planta baja más dos plantas.
Hotel de 5 plantas
En cuanto al Hotel que sepodría construir, contaría con planta baja más 5 plantas y se ubicación a pie de la carretera de Argentona. Se construiría justo ante una de las tres rotondas nuevas que prevé el planeamiento, que reforzará las conexiones con la carretera de Argentona, la C-60 y la avenida Puig y Cadafalch. Una de estas rotondas servirá para conectar la carretera de Argentona y la autovía Mataró-Granollers. Además, se desarrollarán nuevos aparcamientos en superficie, con 483 plazas para coches y 100 para motocicletas. Por otro lado, la zona de los Garrofers se habilitará en un futuro como parque, mientras que los entornos de la Torre de Can Palacete se reservan para equipamientos.

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Evitar más densificació
El Plan del Sorrall se aprobó inicialmente el mes de junio pasado. Respecto a entonces, la aprobación definitiva incluye cambios en la redistribución de los aparcamientos, reducción de cargas urbanísticas o la ampliación del sol ocupado por el complejo deportivo del Sorrall. En todo caso sigue representando un cambio muy importante en comparación con el planeamiento inicial del año 2006, que se basaba en la expropiación de terrenos, cesiones por sistemas de suelo público y en la construcción de cerca de 200 viviendas. Tal y como recordó el alcalde, Joan Mora, Cerdanyola es un barrio muy densificado, con unas 120 viviendas por hectárea. "Esto es el triple del que marca actualmente la ley", dijo. Por eso, el gobierno municipal considera que en la zona no hacen falta más pisos, sino esponjarla y dotarla de equipamientos y actividad terciaria y comercial.
El planeamiento: en lila, los comercios y el hotel (más oscuro), en moratón, la zona de equipamientos, incluido el Sorrall
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