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V. B.

Objetivo: poner los miles de pisos vacíos en el mercado

Mataró tiene más de 3.400 viviendas en desuso, la mayoría en manso de propietarios privados. Hay que activarlos porque centenares de familias los necesitan

Mataró tiene un total de 3.411 viviendas vacíos fuera de mercado, según datos de 2015, 2.544 pisos corresponden a propietarios particulares -tanto los considerados "grandes tenedores" que pueden disponer de más de una decena de pisos como aquellos que sólo tienen una vivienda- y 867 pertenecen a personas jurídicas, como por ejemplo bancos (574) o emprendidas constructoras (251). Hay, por lo tanto, un parque de viviendas sin utilizar muy grande que se contrapone con la necesidad urgente de pisos sociales para aquellas familias que necesitan un techo. El Ayuntamiento ha puesto en marcha una campaña para convencer sus propietarios de ponerlos en el mercado y poder destinarlos a hasta sociales. La colaboración de los bancos será clave para conseguirlo.

Qué empuja un mataroní a dejar una vivienda cerrada a cerradura y cerrojo, en ninguna parte de sacar beneficio alquilándolo o vendiéndolo? Hay varios motivos: desde malas experiencias previas con inquilinos hasta la incapacidad económica de hacer frente a los arreglos necesarios que requiere el piso, a menudo viejo y en malas condiciones, antes de poder ponerlo al mercado, pasando por la carencia de incentivos fiscales o la ausencia de medidas punitivas que lo castiguen. El consistorio quiere revertir estos cuatro argumentos, centrándose especialmente en los propietarios privados que son los que acumulan la mayoría de estos casos. "Queremos movilizar el parque de viviendas porque si mantenemos pisos vacíossalimos perdiendo todos: los propietarios que nosacan ninguna ganancia, las familias que necesitan un hogar y de retruque toda la ciudad", resuelve la regidora de Política Social de Vivienda, Isabel Martínez. Un piso vacío se degrada, cosa que también afecta la comunidad y el barrio que lo acoge; no da respuesta a un problema de ciudad: las más de 300 familias que tiene detectadas Bienestar Social con necesidad de vivienda de alquiler social; y fomenta la ocupación ilegal de viviendas, que en Mataró se está convirtiendo en una plaga.

En busca de estímulos que animen a poner estos pisos al mercado, el Ayuntamiento se ha empescat una fórmula innovadora: que los bancos paguen los arreglos necesarios que requieran estas viviendas en manso de propietarios particulares para poderlos poner en alquiler. La ILP 24/2015 de medidas urgentes para hacer frente a la emergencia habitacional, aprobada por el Parlamento, obliga las entidades financieras a conceder un alquiler social a las familias que hayan desahuciado por impago de la hipoteca. Normalmente se resuelve ofreciendo a las familias el mismo piso en el cual vivían, puesto que en los bancos los resulta más provechoso que no intentar venderlo o alquilarlo un golpe quede vacío.

Pero cuando la vivienda es goloso en términos de mercado y el banco se lo quiere quedar para hacer negocio, tiene que ofrecer una contrapartida a la familia desahuciada. Estas entidades no siempre tienen un stock de viviendas bastante amplio como para encontrar un piso que seadecúe, y aquí es donde entra la propuesta del Ayuntamiento: a cambio de quedarse el piso, el banco financia la rehabilitación de dos viviendas de propietar privada: uno para ubicar el antiguo propietario que dejará el piso que se comercializará, y el otro para ponerlo en disposición de Bienestar Social. "El banco sebeneficia pero nosotros también porque conseguimos dos pisos ya arreglados", resuelve la regidora, que confía firmar un convenio con varias entidades financieras para hacerlo posible. Una fórmula que permitiría que el propietario privado cediera el piso al consistorio, quién mediaria con el banco porque lo rehabilitara (con inversiones de entre 3.000 y 5.000€), y posteriormente lo pondría a alquiler social por un periodo máximo de cinco años. Pasado este tiempo el propietario lo recuperaría, ya arreglado y con libertad para ponerlo al mercado. Si bien la mensualidad hasta entonces sería baja (alquiler social entre 150 y 180€) los propietarios tendrían la certeza que las familias queentraran a vivir estarían tuteladas por Servicios Sociales y también se evitaría la ocupación ilegal.  A esto hay que sumar estímulos como por ejemplo los incentivos fiscales por aquellos propietarios que cedan sus pisos, entre ellos bonificaciones en el IBI o en el impuesto de la basura.  

Recorrida por el Constitucional
El problema, pero, es que parte del marco legal que permite esta operció, la ILP 24/2015, acaba de ser recorrida por el Constitucional, después del recurso presentado por el gobierno español. Precisamente este martes el alcalde, David Boto, participa con otros ediles, partidos y entidades en una cumbre al Palau de la Generalitat, convocada por el presidente Carles Puigdemont, para buscar las alternativas administrativas y legislativas para sortear la situación. 

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