Primer paso para un futuro centro de FP a tocar del TecnoCampus

Una gran oportunidad para potenciar la formación profesional en la ciudad, o tanto sólo hacer volar palomos? El tiempo dirimirá esta discusión entre gobierno y oposición al Pleno del pasado 22 de diciembre. De momento el consistorio ha aprobado dar un primer paso para la construcción de un nuevo centro integral de formación profesional a la ciudad. Ha cedido a la Generalitat unos terrenos a tocar del TecnoCampus, al sector de Iveco-Pegaso. La intención es que el nuevo centro esté ya disponible por el curso 2017-2018, pero la oposición mostró serias dudas que sea una realidad.

La cesión del solar, de 3700m2 a la calle Ernest Lluch, es el primer paso de este proyecto. "Desde Enseñanza consideran que el centro tiene que estar muy comunicado, para dar servicio en Mataró, el Maresme y el Vallès", explicó el regidor de Promoción Económica, Miquel Rey, quién explicó el proyecto al Pleno en ninguna parte del regidor de Educación, Pere Galbany. El emplazamiento escogido da respuesta a estas peticiones, y también, según el gobierno, permite establecer "sinèrgies" con el TecnoCampus. Rey definió el proyecto como "una gran oportunidad" y apuntó que será la Generalitat quién lo llevará a cabo. "Pero nosotros tendremos mucho que decir", matizó.

Rey no explicó porque la cesión del solar se trajo, como si fuera de urgencia, al pleno de martes, que era extraordinario para la aprobación  definitiva de las ordenanzas. La creación de un nuevo centro de FP a la ciudad la puso sobre la mesa el mes de septiembre pasado el director de Servicios Territoriales, Vicent Garcia.  "La idea es juntar las diferentes familias de la FP en un único centro que tenga una potencia muy superior", apuntó entonces. Pero el tema no había vuelto a tratarse públicamente hasta las últimas semanas, cuando se ha traído a diferentes comisiones y organismos de participación, entre ellos el Consejo Económico y Social y el Consejo del FP.

Indefinición y críticas 
El proyecto está en una fase totalmente embrionaria, y queda todo para definir: qué dimensiones tendrá, cuál será la oferta educativa, como se relacionará al resto de centros de formación profesional de la ciudad (como por ejemplo el Instituto municipal Miquel Biada) o cuánto dinero costará y cómo se financiará. Por eso la oposición, a pesar de votar a favor de la cesión del terreno (excepto ICV-EUiA) se mostró muy crítica con el gobierno. "Nos piden que los ayudamos a comprar un número de la lotería", dijo Joan Antoni Baron (PSC), ante la carencia de garantías que ven en el futuro del proyecto. Baron aseguró que todo ello generaba "muchas dudas". Fue la misma "desconfianza" expresada por el PP, que votó afirmativamente porque "es muy difícil decir que no" a un proyecto como este. Jose Manuel López recordó que hay pendiente la construcción de un instituto a Rocafonda. "Qué se ha hecho?" se preguntó.

El grupo más crítico fue ICV, que incluso hizo una rueda de prensa para explicar su postura y justificar su voto contrario. Conxita Calvo, que había sido regidora de Educación en el anterior gobierno, dijo que "de momento sólo tenemos palabras y prometidas,pero ningún documento". Calvo recordó que el Parlamento está tramitando una nueva ley sobre la Formación Profesional, pero todavía pendiente de aprobar. "Cuál es el marco administrativo que sustena esta propuesta? Por qué tenemos que correr tanto ahora Qué otras poblaciones aspiran a este instituto"? cuestionó la regidora de ICV. Por parte de la CUP, por último, también se lamentó que el proyecto no se haya trabajado con la comunidad educativa de la ciudad. "En planificación escolar, las cosas no se hacen así", dijo Xavier Safont-Elige.