Prohibido salir a la calle excepto para ir al trabajo, a comprar productos básicos y al médico

El decreto de estado de alarma para combatir la epidemia de coronavirus que ha aprobado el gobierno español establece que los ciudadanos sólo podrán circular por las vías de uso público para comprar alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad; asistencia en centros sanitarios; desplazamiento al puesto de trabajo; regreso al lugar de residencia habitual; asistencia y cura de grandes, pequeños, dependientes y personas con discapacitado; desplazamiento a entidades financieras o de seguros, o a causa de fuerza mayor.

Además, la circulación se tendrá que hacer individualmente y sólo acompañado si se tiene movilidad reducida. Mientras tanto, los vehículos podrán circular para las actividades antes citadas o para ir a benzineres. Las medidas entrarán en vigor de forma inmediata. El Ministerio de Interior puede acordar el cierre de las carreteras. Además, el decreto suspende la actividad educativa presencial en todos los centros y etapas, e indica que se mantendrán las actividades eductives online siempre que sea posible.

Los comercios y actividades que pueden seguir abiertos

Así mismo, el gobierno español ordena el cierre de todos los locales y establecimientos "minorista", y sólo pone las excepciones de comercios que vendan alimentos, bebidas y productos de primera necesidad, farmacéuticos, médicos, productos ortopedics, ópticas, prensa, combustibles, estancos, equipos tecnológicos y de telecomunicaciones, alimentos por animales de compañía, peluquerías, tintòries, y comercio por internet, telefónico o por correspondencia.

La permanencia en supermercados y farmacias tendrá que estar "la estrictamente necesaria", según el decreto, que apunta que se evitarán aglomeraciones y se controlará que consumidores y empleados mantengan la distancia de seguridad de como mínimo un metro. También quedan cerrados bares y restaurantes, instalaciones culturales, deportivas, así como desfiles, verbenas y fiestas populares. La asistencia a los lugares de culto y a las ceremonias civiles y religiosas, incluyendo las fúnebres, queda condicionada a la necesidad de mantener un metro de distancia como mínimo entre los asistentes.