Feria del Libro de Sant Jordi, en una imagen de archivo. Foto: R. Gallofré

Cugat Comas

Sant Jordi hace Mataró

La fiesta del libro y la rosa abraza todo el fin de semana, recupera la calle como espacio compartido y permite la primera expresión de ciudadanía en más de un año de pandemia

El titular normal y corriente, más real, descriptivo y elocuente para definir el que pasa este fin de semana sería el inverso al de este reportaje: Mataró hace Sant Jordi. Este es el núcleo de la noticia, la llama de la novedad. Este viernes es 23 de abril que sin necesidad de ser festivo laboral es cada año (menos el maldito 2020) una de las jornadas más especiales, esperadas y celebradas. Por todo el mundo. Hay que cuidar estas ocasiones compartidas.

El no Sant Jordi de hace un año fue un golpe que va estabornir todavía más la población confinada, pero de todo aquello ya se habló bastante entonces. Cuando subes escalones de una escala, piensas en la meta y no en el que dejas atrás. Este año, todavía en contexto Covid, restricciones y medidas, pero los mataronins pueden hacerse suyo el día de Sant Jordi. Y celebrándolo, hacen ciudad. Por lo tanto, lo decimos de otro modo: Sant Jordi hace Mataró.


La recuperación de la calle

Sant Jordi es la primera conquista contra la Covid. La recuperación de la calle y de la moral. Ha habido realidades culturales muy puntuales que ya habían apuntado maneras, pero este 23 de abril es aquel momento, aquel gol que permite creer en la remontada. Obviamente este no es un Sant Jordi normal, tal y cómo eran antes de la pandemia. Pero tendrá, en versión readaptada, aquello que hacen único el día: feria del libro, paradas de libros, paradas de rosas. Es un golpe de intenciones. También un refuerzo económico por los dos sectores, el de los libros y el de la flor, que sufrieron la ausencia y dilación de la fiesta el año pasado (con aquel intento de reciclarla en julio) y que el Procicat ha establecido que son los únicos que pueden vender. Será un Sant Jordi menos popular, sin entidades, asociaciones o grupos haciendo parada. Un circuito acotat para encontrar el libro y la rosa. Para poder compartir la fiesta.

Más allá de las paradas, el programa de actas va más allá. En versión enclaustrada y todo agotado (quién quiera, por la televisión) también se hacen otros actos propios versionats: bailes de gigantes, Fogonada o Libro Gigante de Cuentos.

paradas rosas 2

Feria del Libro: a Santa Anna de 9 a 21h

La Plaza de Santa Anna volverá a ser el epicentro de la actividad de Sant Jordi durando todo este 23 de abril. La Feria del Libro, con presencia de las librerías locales, se adaptará a los protocolos y habilitará un espacio cerrado, con aforo controlado y distancias donde los profesionales podrán vender los libros. Estará abierta de 9h a 21h y podrán parar y vender las librerías Márquez, El Tranvía, Maresme, Abacus, Buque de Libros, Dòria, Casabella, Ducable e Ilurocòmic. La responsable de Promoción de Ciudad, Núria Moreno,explica que se había pensado en el Parque Central o el Parque Nuevo para la Feria del Libro pero que finalmente los propios libreros pidieron mantener la Plaza de Santa Anna como ubicación tradicional.

Los ingredientes de un Sant Jordi especial

  1. Las paradas de libros y rosas, limitadas a los profesionales
  2. La Feria del Libro, a Santa Anna y limitada al viernes, de 9 a 21h
  3. Actas cómo la Fogonada, los gigantes o el Libro Gigante, con entradas agotadas
  4. Libreros y floristas prevén un buen Sant Jordi, a pesar de que por debajo de las ventas pre-crisis
  5. Sant Jordi es la primera celebración de calle en más de un año y un ensayo general por otras fiestas