Bernat Aranyó

Siglo XXI: vuelve la persecució verso el profesorado

13 profesores de Sant Andreu de la Barca citados a declarar por presunto delito de odio, 8 docentes de la Seu d'Urgell acusados de adoctrinamiento, 5 quejas por adoctrinamiento en el Bages y Osona y se prevé desgraciadamente, que la lista siguierà creciente. Bomberos, trabajadores de la Generalitat, dirigentes de entidades sociales y culturales, polítics y ahora docentes. La persecució de ideas mitjançante el artículo 155 y la maquinàría represiva de la Sido està generando un alud de denúncies y repressió verso la sociedad civil.

Hemos llegado a tal punto, donde el Estado español y ciertos partidos polítics de àmbit constitucionalista, qüestionen la pràctica profesional de los y las docentes de Cataluña y la convivència dentro de los centros educativos, en los cuales siempre ha sido y estarà garantizada. Simplemente los docentes buscan respuestas en las desazones de los y las jóvenes, dotándolos de herramientas, con el objetivo de desarrollar el espíritu crític, a partir de la promulgació de los valores democràtics, de la cultura de la paz y la solidaridad. No se pueden obviar ciertos temas que suceden al país donde viven, puesto que se los estaríme negando o tapando la realidad social, política y econòmica de casa suya. Estos jóvenes el día de demà serán ciudadanos y los tenemos que preparar perquè entiendan, reflexionen y analicen críticament el que pasa al suyo cercando.

Este hecho, està provocando en el propio profesorado, autocensura por miedo a posibles reanudacióǹlies. No podemos permitir que los docentes trabajen con miedo, y nieguen la realidad a sus alumnos. Ahora, més que nunca, hay que defender el modelo de escuela pública catalana, garante de ésser una herramienta de cohesió social, con su larga històría de renovació pedagògica y la excepcional calidad y profesionalidad, todo y los recortes y la carencia de recursos.

No se tiene que confundir, como pretenden algunos, el adoctrinamiento ideològic con el educació crítica. Perquè la escuela no puede permanecer nunca en el margen de la sociedad que lo rodea. Y cuando al entorno se vive tanta violòncia verbal y fińsica como la que algunos provocaron, en las aulas hay que construir un relato alternativo més digne, humanizado y democràtic.

Aun así, el centro eductiu no puede obviar el ordenació política de la sociedad (sacados de identidad, tradiciones y costumbres sociales, valores democràtics y el ordenació del sistema educativo) ni el entorno sociocultuiral y econòmic (aspiraciones de la sociedad, tecnología y cambio, preocupaciones por el medio ambiente, la paz, etc.). Vista la educació como una realidad social y també una necesidad social, el centro educativo y el contexto pròxim tienen que

mantener un equilibrio comèmic que permita que haya canales de informació abiertos, participativos y operativos.

Para més inri, desde ya hace años se està persiguiendo otra cosa: la lengua catalana en los centros educativos. Està més que comprobado que el modelo de immersió lingüýstica ha sido un modelo de èxit y de cohesió entre el alumnado, la comunidad educativa y la sociedad. La lengua no ha supuesto nunca ningún problema dentro de las aulas, todo el contrario. El alumnado domina del mismo modo o més, el castellà que el català, a pesar de que algunos quieran hacer creer que los alumnos només dominan el català.

Ahora, més que nunca, la sociedad catalana tiene que defender el modelo de escuela pública catalana y su profesorado, que està sufriendo desde hace años, las ingerències y repressió de un Estado español y unos partidos, que no ha creído nunca en el sistema educativo català ni en sus profesionales.

"Lucho por una educació que nos enseñe a pensar, no por una educació que nos enseñe a obedecer!" - Paulo Freire