Til Stegmann nació en Barcelona el 1941, hijo de padre y madre alemanes. Catedrático de filología románica a la Universidad de Frankfurt, su tarea de promoción y conciencia del hecho catalán en Alemania lo han hecho merecedor del Premio Internacional Ramon Llull, que le fue concedido la semana pasada y que se suma a la Cruz de Sant Jordi que le fue entregada ahora hace dos décadas. Su catalán denota un prominente acento germánico, pero lo habla con una riqueza propia de una persona preocupada por el aprendizaje en profundidad de las lenguas europeas y, especialmente, su preservación. La Coordinadora de Asociaciones por la Lengua contó con su presencia en Mataró la semana pasada dentro de la campaña Por un futuro sin límites, Países Catalanes.
Cuál sería este futuro sin límites?
Consiste en que la juventud, que es el futuro, gane cada vez más adeptos para hacer más fuerza y traer la opinión pública catalana hacia una concienciación que los catalanes tienen todo el derecho de hacer un camino propio, individual y diferente de los españoles hacia una Europa común. Hay demasiado poca presión de la opinión pública a favor de un camino autóctono catalán y, si hubiera más, tindriem mucho más margen de maniobra.
Y cómo se definiría este camino autóctono?
Como una autodeterminación a través de un referéndum, una convivencia pacífica... de forma que la vida catalana ya no esté dominada por España.
Qué futuro le ve a la lengua catalana?
Un futuro bastante asegurado, pero el catalán necesita que sus hablantes hagan un esfuerzo continuo para mantenerlo, tanto desde la banda de la argumentación política cómo desde la práctica. Los catalanes tendrían que pasar más minutos diarios hablando su lengua y no español, puesto que se deriva hacia el castellano y el catalán no se habla bastante.
El nuevo Estatuto representa una herramienta de cambio sobre este futuro?
Es un pequeño paso adelante, pero desgraciadamente no tanto como el Parlamento de Cataluña decidió en septiembre y es triste que sólo se haya hecho una pequeña mejora. Por lo tanto, de aquí unos cuántos años se tendrá que volver a proponer un nuevo Estatuto, porque esto no se ha acabado todavía. Si hay voluntad y la situación política está favorable, siempre se puede hacer una nueva propuesta, y no se tiene que esperar veinticinco años más: de aquí cinco o diez años habrá que volver al asunto.
Cómo ven los alemanes el hecho catalán?
Algunos tienen la misma opinión que yo y otros son un poco reacis a cambiar las fronteras estatales. De todas formas, no son contrarios a una autodeterminación por la vía pacífica. El modelo federal, como el alemán, no será una solución final para Cataluña. El autodeteminació sí, de forma tranquila y pacífica.