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Zona única: una elección (relativamente) libre

Mataró apuesta por un sistema de elección escolar sin condicionantes geográficos, una fórmula con ventajas pero que también genera dudas y problemas

Vivir a Cerdanyola y desplazarse cada día en el Camino de la Serra, porque una escuela de la otra punta de la ciudad ofrece un proyecto innovador que resulta, en teoría, más atractivo que el que presentan las escuelas del barrio donde se reside. Una situación que es fuerza habitual en Mataró desde el año 2012, cuando la ciudad implementó el sistema de zona única en la preinscripción escolar, eliminando los condicionantes geográficos en la elección de escuela de primaria o secundaria. Hasta entonces la ciudad estaba dividida en dos zonas (este-oeste) y las familias no podían traer sus niños a centros que no pertenecieran al sector donde vivían. El gobierno de CiU eliminó esta barrera y el del PSC actual, después de estudiar las consecuencias, decidió mantenerla.

"Estudios comparativos nos mostraron que la decisión no tenía repercusiones demasiado importantes para las escuelas de la ciudad y, en cambio, facilitaba que a las familias los fueran adjudicadas la primera o segunda elección de centro", explica Sandra Lafuente, ninguno del Servicio Educativo de la Dirección de Enseñanza de Mataró. El gobierno actual tenía dudas sobre mantener este sistema, puesto que parte de la comunidad educativa es contraria por los efectos teóricamente negativos que puede tener en ámbitos como la segregación escolar. Es decir, la creación de guetos en aquellas escuelas de barrios con un alto índice de familias de origen inmigrante y desfavorecidas socioeconómicamente que apuestan por la proximidad como único criterio de elección escolar, mientras que las familias con más recursos de los citados barrios optan para escolarizar sus hijos a escuelas otros sectores de la ciudad porque el sistema se lo permite.

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"Vincular la segregación escolar con el sistema de zona única no tiene sentido", defienden desde el consistorio. Los problemas de la segregación existen en la ciudad, con determinados centes que acumulan un porcentaje exagerado de alumnos de origen inmigrante, a pesar de que informes como el del Síndico de Agravios de 2016 alaba Mataró por buenas prácticas en este sentido. "Pero son problemáticas complejas, ligadas a la segregación social, que hay que combatir con políticas urbanísticas y sociales", defiende el regidor de Educación, Miquel Àngel Vadell.

"Vincular la segregación escolar con el sistema de zona única no tiene sentido" (Sandra Lafuente)

Dicho esto, desde el ámbito educativo hay mucho trabajo a hacer para evitar la segregación. "A pesar de que podamos escoger centros de todo la ciudad, la proximidad es un valor que hay que promover, es muy importante que las escuelas sean atractivas para las familias que viven a sus entornos, sean del barrio que sean", relata Pep Timoneda, ninguno del Servicio de Enseñanza. Pero cómo se puede conseguir esto? Desde el consistorio creen que hacen falta fórmulas de discriminación positiva. "Estas escuelas se tienen que dotar de más recursos humanos y de todo tipos, facilitarlos más actividades extraescolares variadas y de calidad, con decisiones valientes por parte de la Generalitat que regeneren los sistemas escolares de los barrios más complejos", resuelve Vadell.

"Es muy importante que las escuelas sean atractivas para las familias que viven a sus entornos" (Pep Timoneda)

Desde el consistorio también se intentan llevar a cabo medidas que hagan de las escuelas de estos barrios un atractivo para las familias de los mismos. Este año se ha impulsado el proyecto Mataró Educa +, que involucra diferentes centros de Cerdanyola para ofrecer a sus alumnos actividades extraescolares de inglés, teatro, deportes, ciencia o artes plásticas a un precio muy económico, de la mano de entidades y empresas de prestigio a la ciudad. Además, en colaboración con el TecnoCampus y la Fundación Bofill, se ha impulsado el proyecto Magnet en las escuelas Peramàs y Rocafonda, que promueven la transformación educativa de estos centros que apueste por la innovación y la calidad. Tampoco es casualidad la elección de Tomàs Viñas (hoy Mar Mediterránea) y Àngela Bransuela, a Cerdanyola y Rocafonda respectivamente, para convertirlos en institutos escuela, los primeros centros públicos que ofrecen educación continuada de los 3 a los 16 años. De cara a evitar la segregación y la 'guetització', se intenta que los centros educativos de estos barrios ofrezcan proyectos diferenciadores porque alumnos de toda la ciudad acudan. Un ejemplo de éxito está siendo el Instituto Cinco Sènies a Rocafonda, que gracies a ser el primer centro de secundaria de la ciudad que trabaja por proyectos en ninguna parte de por asignaturas, atrae un alumnado muy diversificado.

Es un sistema realmente equitativo?

La realidad es que las familias de nivel socioeconómico más bajo escogen los centros educativos por proximidad, mientras que las de nivel más alto lo hacen por el proyecto educativo que presentan. Y en un momento donde cada escuela ofrece, como mínimo sobre el papel, un proyecto innovador y singular, "es difícil poner límites en la elección", como defienden desde el Ayuntamiento. Pero una parte de la comunidad educativa mataronina cruz que sigue siendo necesario. Así lo afirman desde la Plataforma Unitaria para la Defensa de la Educación en Mataró (PEM). Uno de sus miembros, Joan Lleonart, apunta que el sistema de zona única no es equitativo: "Sería justo para todo el mundo poder escoger la escuela que se quiera si todo el mundo tuviera las mismas capacidades y condiciones para desplazarse por la ciudad, pero no todo el mundo se lo puede permitir". Sólo las familias con rentas más altas o capacidad de conciliación familiar y laboral pueden asumirlo, mientras que el resto se tienen que conformar siempre con la escuela que tienen a tocar de casa. "Por lo tanto, no es un sistema equitativo", afirma Lleonart.

"La zona única no es un sistema equitativo, no todo el mundo puede permitirse desplazarse en escuelas otros barrios" (Joan Lleonart)

Desde la PEM apuestan por un sistema radial, que ponga la proximidad como valor básico puesto que limitaría la elección en las escuelas más cercanas al lugar de residencia, algo que ya se aplica en Mataró en el caso de las escuelas cuna. Desde el consistorio apuntan que la distribución de los equipamientos educativos lo hace difícil, pero la PEM lo considera factible, y necesario de cara a combatir la segregación. "Las familias que se pueden desplazar lo hacen y marchan de sus barrios, y las que no se quedan", resuelve Lleonart, que considera en todo caso que los problemas de guetització van más allá. "Hay que garantizar la distribución equilibrada y equitativa de los alumnos con necesidades especiales, pero también ir más allá". Desde la PEM hacen hincapié en la necesidad de transformar los barrios segregados en base de inversiones urbanísticas, de equipamientos, servicios y de vivienda para transformarlos y diversificarlos. "Sólo así sus escuelas también se pueden transformar".


Escuelas públicas de primera y segunda categoría

Desde el propio ayuntamiento reconocen que en la ciudad, como pasa al conjunto del país, se ha establecido una red oficiosa de escuelas públicas de diferente categoría. Por un lado, aquellas situadas en determinados barrios que cuentan con familias de clase mediana y más benestant, con Asociaciones de Mres y Padres con más recursos y capacidad de organización para promover proyectos educativos complementarios potentes. Por la otra, las que congregan más alumnos de familias desfavorecidas, donde la situación es bastante más compleja. La distancia entre este dos tipo de escuelas, a pesar de pertenecer a un mismo sistema público que en teoría no establece diferencias, crece año tras año. "Creemos que la zona única alimenta esta doble red", afirman desde la PEM, que recuerdan que este hecho se suma a la existencia del doble sistema público-concertado que, ya de por si, consideran, es desigual.

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