Implantar el teletrabajo dos, tres y cuatro días a la semana permitiría reducir los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en un 4 %, un 8 % y un 10 %, respectivamente. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB). El estudio se ha hecho a partir de un modelo de calidad del aire junto con las medidas de las estaciones de la Red de Vigilancia y Previsión de la Contaminación Atmosférica de l'Área Metropolitana de Barcelona durando el confinamiento. El NO2 es el principal contaminando relacionado con las emisiones del tráfico y el 40 % del tráfico de vehículos personales en esta zona está relacionado con el trabajo.
Los investigadores plantearon tres escenarios sociolaborales difernts en base a la implantación de dos, tres o cuatro días semanales de teletrabajo y estudiaron los cambios en la contaminación con un modelo de calidad del aire para cada ud.
El primer escenario plantea un aumento del teletrabajo a dos días a la semana, el que permitiría reducir las emisiones contaminantes relacionadas con el tráfico en un 5 % y, con ellas, los niveles de NO2 en un 4 %. Este escenario supone una disminución de los desplazamientos laborales del 12,5 %, si el 20 % de los trabajadores del sector servicios se acogiera a esta opción.
Un segundo escenario es el de tres días de teletrabajo y este permitiría reducir las emisiones en un 10 % y los niveles de NO2 en un 8 %, reduciendo los desplazamientos vinculados al trabajo en un 25 %. Para lo cual, el 30 % de los empleados del sector servicios tendría que acogerse a esta opción.
Un tercer escenario sobre la tabla
Por último, un tercer escenario permitiría reducir en un 15 % las emisiones del tráfico y, consiguientemente, los niveles de NO2 en un 10 %. Para lo cual, el 40 % de los empleados del sector servicios tendrían que teletreballar cuatro días a la semana, reduciendo así sus desplazamientos en un 37,5 %.
También se definieron otros escenarios que combinan la reducción de la movilidad personal y ocupacional además del teletrabajo, para replicar los comportamientos observados durante las etapas de confinamiento severo por la covid-19. Los investigadores han concluido que en una situación de bajo confinamiento con una reducción del 45 % del uso del vehículo privado para viajes de trabajo se podría disminuir en un 25 % las emisiones del tráfico. Este escenario se conseguiría con una semana laboral a distancia de cuatro días y una reducción del 15 % en otros desplazamientos vinculados al trabajo. Así mismo, la educación en linea evitaría el 20 % del uso de vehículos privados y se reduciría la conducción para ir de compras en un 30 %.
La investigadora de la ICTA-UAB y principal autora del estudio, Amanecer Bahía, ha recordado que la aplicación del último escenario podría ser viable y realista en épocas en que la contaminación sea muy alta, a la estar basado simplemente en la maximización del teletrabajo y la reducción otros desplazamientos vinculados al trabajo o compras.
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