Autoconsum energètic compartit
Autoconsum energètic compartit

El autoconsum energético compartido en Catallunya no arranca

El autoconsum compartido en comunidades de vecinos es todavía una minoría, representando solo un 1 % de las 102.626 instalaciones de autoconsum registradas el año pasado

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El autoconsum energético en Cataluña ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años. Aún así, esta tendencia no se ha extendido de manera equitativa a todas las modalidades disponibles. Concretamente, el autoconsum compartido en comunidades de vecinos es todavía una minoría, representando solo un 1 % de las 102.626 instalaciones de autoconsum registradas el año pasado. Esta situación genera un contraste evidente, puesto que un 60 % de la población vive en bloques de pisos, mientras que solo un tercio reside en casas unifamiliares, donde principalmente se han instalado las placas solares.

Trabas a la autoconsum compartido

Una de las principales razones por esta discrepancia es la dificultad de posar de acuerdo todos los propietarios en una comunidad de vecinos, así como las complicaciones burocráticas que surgen durante la tramitación. Según un informe de la Alianza por el Autoconsumo, el riesgo que el autoconsum acontezca un fenómeno excepcional, accesible solo para unos cuántos, es real. Además, el desconocimiento de los ciudadanos y la carencia de cooperación de las distribuidoras contribuyen a esta situación.

Jordi Miquel, vecino de una comunidad de propietarios a Sabadell, ejemplifica estas dificultades. Hace tres años, propuso a sus vecinos, así como a los de los edificios y parking próximos, instalar placas solares en los tejados de manera conjunta. A pesar de que el proceso inicial fue rápido —desde la propuesta el 2021 hasta la producción el julio del 2022—, los obstáculos surgieron después. Seis meses pasaron antes de que la conexión con la distribuidora fuera activada, y los problemas con las comercialitzadores prolongaron las demoras hasta año y medio. Esto se traduce en energía generada no consumida y excedentes no vendidos, provocando pérdidas económicas significativas.

La Alianza por la Autoconsum calcula que, durante la crisis de precios, las barreras reguladoras y técnicas hicieron que se desaprovecharan más de 1000 GWh en excedentes de energía a todo el estado, el que equivale a 160 millones de euros no cobrados por los propietarios de estas instalaciones paradas.

El papel de las distribuidoras

Las distribuidoras, cómo E-distribución de Endesa, han estado en el centro de la polémica. Según Mónica Díaz-Otero, Responsable de Regulación de mercados minoristas, Endesa ha tenido que superar una curva de aprendizaje importante, y ahora son más proactivos y transparentes en los procesos, simplificando los trámites para activar una instalación en un plazo de dos meses, cómo estipula la ley.

Consensos y soluciones

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha jugado un papel clave al reunir todos los agentes implicados para encontrar soluciones y facilitar los procedimientos. Josep Maria Salas, consejero de la CNMC, explica que se han llegado a consensos sobre cómo solucionar los problemas, permitiendo que los ciudadanos y empresas que quieran autoconsumir energía no tengan que convertirse en expertos en procesos burocráticos.

Todavía hay mucho recorrido y retos por delante para hacer del autoconsum compartido una opción viable para más comunidades de vecinos. Los esfuerzos para simplificar los procesos, aumentar la transparencia y fomentar la cooperación entre todos los agentes implicados son pasos importantes para conseguir que esta modalidad de autoconsum acontezca más accesible y común en el futuro.

Fuente: ccma.cat/324

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