Este jueves, el Banco Central Europeo (BCE) probablemente volverá a bajar los tipos de interés, una decisión que se considera casi inevitable en un contexto de baja inflación y economías importantes estancadas. La inflación a la eurozona se situó en el 2,5 % en julio, muy cerca del objetivo del BCE de mantenerla alrededor del 2 %. Esto facilita que la presidenta Christine Lagarde implemente un segundo recorte de los tipos, que pasarían del 4,25 % al 4 %.
Este movimiento podría avanzarse a la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos, que se reunirá el 18 de septiembre para decidir si ajusta sus tipos de interés, actualmente entre el 5,25 % y el 5,5 %. Algunos miembros de la Fed ya han indicado que un recorte es probable, con algunos analistas que incluso prevén una reducción de 0,5 puntos.
Hipotecas y el mercado inmobiliario: efectos de la rebaja de tipo
Una nueva rebaja de los tipos de interés supondría un respiro para las familias con hipotecas variables, que verían reducirse los intereses que pagan. Sin embargo, una bajada del coste del dinero también podría aumentar la demanda de viviendas, impulsando los precios. Esto podría agravar la situación en mercados cómo el de España, donde los precios de los pisos ya están creciendo al ritmo más rápido desde el 2007, principalmente por la carencia de oferta.
El economista Jordi Alberich advierte del riesgo de una nueva burbuja inmobiliaria: "hay una burbuja cuando las familias tienen que destinar un alto porcentaje de sus ingresos a pagar una vivienda", afirma. Aún así, considera que los precios podrían continuar aumentando a corto y mediano plazo, atendida el escassedat de oferta en el mercado.
Repercusiones para la economía europea
Además de las familias, las empresas europeas también podrían beneficiarse de una nueva reducción de los tipos de interés. En un momento en que las principales economías de la zona euro, cómo Alemana, Francia e Italia, presentan crecimientos casi nulos desde hace trimestres, la medida podría impulsar la inversión y la actividad económica.
Jordi Alberich apunta que "la rebaja de tipo tendría que fomentar una economía más dinámica, con más inversión, hecho que favorecería una mayor ocupación". Así pues, se trata de una oportunidad porque las empresas reactiven sus proyectos en un entorno financiero más favorable.
Los retos más allá de los tipos de interés
Todo y los efectos positivos que podría tener la rebaja de tipo, algunas empresas podrían continuar teniendo dificultades. Es el caso de Volkswagen, que está sufriendo una caída de ventas y no descarta cerrar fábricas a Alemana por primera vez en sus 87 años de historia. La competencia de los fabricantes de coches eléctricos chinos es intensa, a pesar de los aranceles europeos que llegan hasta el 37 %.
Esta situación plantea un dilema sobre el proteccionismo. Alberich advierte que un exceso de proteccionismo podría desencadenar una escalada de precios global y, en consecuencia, inflación. "Tenemos que reconducir la globalización protegiendo los mercados, pero sin provocar una subida generalizada de precios", advierte el economista. Un escenario inflacionista complicaría la tarea de mantener los tipos de interés bajos.
Incertidumbre a corto plazo
Finalmente, la evolución de los tipos de interés también estará influenciada por factores externos, cómo las elecciones norteamericanas de noviembre, donde Donald Trump es un firme defensor de los aranceles. Una victoria suya podría empeorar la inflación mundial, complicando el objetivo de mantener los tipos bajos a Europa.
En definitiva, la rebaja de los tipos de interés del BCE podría proporcionar un respiro a familias y empresas, pero también plantea desafíos a largo plazo, especialmente en sectores cómo el inmobiliario y en relación con las tensiones comerciales globales.
Fuente: ccma.cat/324
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