Unas 170.000 personas, según la organización, y 22.000, según la Guardia Urbana, se han manifestado este sábado por la tarde a Barcelona para exigir una rebaja del 50% de los alquileres y medidas "urgentes" para garantizar el acceso a la vivienda. La protesta, bajo el lema "Se ha acabado: bajamos los alquileres!" lo ha convocado el Sindicat de Llogateres con el apoyo de más de 4.000 entidades. Los promotores han celebrado que haya sido la manifestación "más grande sobre vivienda celebrada nunca en la historia de Cataluña", con participantes llegados de todo Cataluña. Los convocantes han avisado que la marcha es un "punto de inflexión" de una revuelta que continuará con una huelga de alquileres que prevén empezar a organizar a partir de este domingo.
Un clamor generalizado
A la protesta convocada desde la plaza Universitat de Barcelona se han reunido manifestantes desde unas cincuenta pueblas y ciudades de Cataluña. Ha habido seis grandes columnas ferroviarias procedentes de las líneas de tren R1, R2, R2 Sur, R3 y R4 en las dos direcciones. También han llegado a Barcelona autobuses de municipios como Reus, Tarragona y Lleida. Simultáneamente, también ha habido marchas a pie desde los diferentes barrios de la capital catalana que han confluido en el centro.
Amenaza de huelga de alquileres
De momento, el Sindicat de Llogateres no ha concretado como plantea la huelga de alquileres y cuestiones como partir de cuando se tendría que hacer, qué parte de las cuotas afectaría o quienes estaría gritado a participar son todavía una incógnita. La organización se toma la movilización del pasado sábado 23 de noviembre a Barcelona como un primer paso "para empezar el camino" hacia esta acción que, por ahora, plantean como un llamamiento a "dejar de pagar el alquiler de forma masiva".
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