El Procicat es estricto y el protocolo anti-Covid de este Sant Jordi está claro: se podrá comprar rosas, sí, pero solo a las floristerías. habrá paradas, sí, pero solo de los profesionales de la venta de la flor y la planta y a su área más próxima. No habrá las imágenes de paradas de particulares, asociaciones, escolares o grupos. Habrá que ir a buscar las rosas que se quieran encargar y esto hace que, obviamente, ya haga días que las floristerías noten una gran demanda y un aumento del número de encargos. A nivel general, se espera que la campaña de Sant Jordi sea también importante, multiplicando por cuatro las cifras del año pasado.
A nivel local, es un buen momento para confiar en las floristerías de cerca de casa. También de hacer una compra estratégica, de militancia y proximidad. La sensación que será un buen año de ventas se extiende. "La gente ha anticipado los encargos por miedo a quedarse sin flores y habrá rosas para todo el mundo, a buen seguro", asegura Jaume Vilaseca, de Frèsia . Será un Sant Jordi diferente, el de este año. Percibimos mucho pedido, hay más previsión y ha aumentado mucho el pedido previo.
"Tenemos muchas más rosas encomendadas que hace dos años, se nota que la gente tiene ganas de Sant Jordi, que ha aumentado el número de gente que se regala flores y además también hay una otro elemento importante; el cierre del Pase", dice desde La Mata Gracia Busqué. Los floristas el año pasado tuvieron que repartir un poco cómo pudieron solo encargos pero a la práctica perdieron la jornada, una de las más importantes del calendario. Este año esperan un repunte general y son conscientes que sin paradas de particulares es probable que tengan que posar a la venta más rosa básica que otros años.
Militancia en la rosa del Maresme
La rosa, cómo ya es tónica de los últimos años, proviene básicamente del Ecuador y de los Países Bajos pero la rosa del Maresme, de proximidad, se mantiene cómo una cuota resistente. De hecho a La Mata, toda la rosa que posan a la venta es de aquí: "es una rosa magnífica, que es la de aquí, muy guapa y toda la que vendemos creemos que tiene que ser de proximidad. Preferimos ser tercos y cuidar los productores que quedan", explica Busqué.
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