El Eurostat ha confirmado que la inflación a la eurozona durante el mes de mayo se situó en el 6,1 %, nuevo décimas menos respecto a abril (7 %) y una tasa que es la más baja de los últimos quince meses. El principal impulsor de la rebaja ha sido la energía, que en mayo registró una caída de precios del 1,8 %, contrastando así con el encarecimiento del 2,3 % correspondiente al mes de abril. Por otro lado, la inflación subyacente -la que no tiene en cuenta la energía y los alimentos- también se redujo por segundo mes consecutivo, hasta el 5,3 %. Sin embargo, la tasa se mantiene cerca del máximo histórico del marzo pasado, cuando los precios se incrementaron un 5,7 %.
A lo largo de mayo, todas las categorías de productos registraron variaciones de precios inferiores a las del mes de abril. Además de la energía, la tasa interanual por los alimentos, el alcohol y el tabaco se situó en el 12,5 %, un punto menos en comparación con el mes anterior. También se redujo la inflación de los bienes industriales en cuatro décimas, hasta el 5,8 %, mientras que por los servicios la tasa cayó dos décimas, hasta el 5 %.
En cuanto a la evolución intermensual, los precios a la eurozona se mantuvieron estables respecto a abril. De nuevo, la energía fue el tipo de producto que más contribuyó a la reducción, después de registrar una caída de precios del 2,1 %. Los alimentos, en cambio, experimentaron una subida del 0,5 %, mientras que los bienes industriales y los servicios se encarecieron un 0,2 %.
Por países, España se mantiene cómo el tercer país de la eurozona con la tasa de inflación más baja (2,9 %), siendo Luxemburgo (2 %) y Bélgica (2,7 %) los únicos estados que se encuentran por debajo. Al otro extremo aparece la República Checa, con una variación del 12,5 %, y Eslovaquia y Letonia, ambos con una tasa del 12,3 %.
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