La guerra entre Ucrania y Rusia continúa activa y ya son diversos los efectos que está causando a nivel europeo y global. Este conflicto esta afectando a la disponibilidad (y por lo tanto también el precio) de la gasolina y otros recursos, además de acabar para producir un incremento del 7,4 % en la inflación, que ha llegado a un punto en el que no se encontraba desde el pasado año 1989.
La inflación, disparada durante el mes de febrero
Según el indicador avanzado del IPC publicado este lunes día 28 de febrero por el INE, esta subida en la inflación no se veía desde hace 33 años. El porque de esta situación lo encontramos en la escalada de precios de la energía y la crisis de suministros, pero por supuesto todo se ha agravado todavía más por la guerra activa a Ucrania. Puesto que Rusia es el principal proveedor de gas de la mayoría de países europeos, el habitual y correcto suministro de este elemento se ha visto afectado por las decisiones de Putin y la incertidumbre e inestabilidad que todo el conflicto esta provocando a Europa.
Si nos fijamos de forma más detallada en los porcentajes y su adelanto a medida que han pasado los meses, el pasado septiembre la inflación subió al 4 %, mientras que en octubre creció al 5,4 %. Durante el mes de noviembre solo se incrementó un 0,1 %, pero en diciembre ya se multiplicó hasta acabar para lograr la franja del 6,5 %. A principios de año 2022 nos pensamos que la curva empezaría a ser descendente, puesto que se registró un 6,1 %, pero hemos cerrado este pasado mes de febrero con una cifra récord: un 7,4 %.
En cuanto a productos y elementos concretos, vemos como el gas se ha llegado a disparar un 40 %, hecho que a la vez provoca la subida en el precio de la luz que estamos sufriendo los últimos meses. Al subir este precio es cuando aumenta la inflación, pero no es únicamente por el precio de la luz, sino que también ha habido otras subidas generalizadas como la del precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas. Todo esto tiene un impacto significativo sobre las rentas de los hogares y el consumo, además de afectar sobre todo a las rentas más bajas, que en ocasiones apenas se pueden costejar los mínimos para disfrutar de una vida digna.
Durante el pasado verano de 2021 muchos expertos pensaban que esta inflación sería un efecto temporal y que acabaría pasando, pero todo indica que no ha hecho más que empezar. Se calcula que los próximos meses esta inflación crecerá todavía más, por lo cual nos espera una primavera complicada en este sentido. Tendremos que esperar para comprobar cómo se desarrolla todo en los próximos meses y durante el resto del año, pero a estas alturas la situación es, como mínimo, preocupante.
Fuente: business insider
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