Palanquejament financiero, explicación y riesgos
Palanquejament financiero, explicación y riesgos

Apalancamiento financiero, explicación y riesgos

Endeudarse para invertir. Puede salir bien o te puedes enganchar los dedos

Qué es el apalancamiento financiero? Solo los expertos en la materia pueden resolver una cuestión y un concepto que, ya de entrada, es posible que muchos no hayan sentido nunca ni denominar. Lo resolvemos con los especialistas de Banco Santander, que hacen una explicación bastante nítida: El apalancamiento  financiero consiste, básicamente, a endeudarse para invertir y acostumbran a recorrer tanto emprendidas cómo particulares. El uso de este sistema de inversión está en auge entre los inversores.

Su funcionamiento consiste a recurrir al deuda, que permite al usuario invertir más capital del que tiene gracias al que ha pedido. Este método tiene como característica que permite hacer una inversión aunque no se disponga de todo el dinero necesario para hacerla, y al mismo tiempo se puede maximizar la rentabilidad del que se invierte por la implicación de más capital, de forma que si la operación sale bien, los beneficios crecen considerablemente.

Además, el hecho que el Apalancamiento financiero nos permita invertir más capital del que tenemos hace que los beneficios (o las pérdidas) que derivan de la operación sean más grandes que si solo hubiéramos utilizado nuestro capital.

El método se puede llevar a cabo solicitando deuda o a través de derivados financieros. Cuanto más deuda se use, más grande será el grado de Apalancamiento financiero. En la operación de Apalancamiento el inversor tiene que tener en cuenta los intereses que tiene que pagar por el dinero prestado, que podrían afectar las ganancias de manera negativa.

Por todo esto, el balance final de un Apalancamiento financiero puede ser positivo —si la operación genera beneficios en la inversión—, negativo —si experimentamos pérdidas en el capital invertido— o neutro —cuando la rentabilidad obtenida es igual en el capital invertido.

Un ejemplo para entender los riesgos

Imaginamos que hacemos una operación a la bolsa que nos costará 1 millón de euros. Con suerte, después de un año, estas acciones costarán 1,5 millones de euros. Las revendemos. En este caso, hemos conseguido el 50 % de la rentabilidad total. Si esta misma operación la hicimos con un Apalancamiento financiero, estaríamos posando solo 200 mil euros y el banco nos estaría dejando 800 mil. El tipo de interés es del 10 % anual.

Bien, ahora imaginamos que en vez de subir la rentabilidad a 1,5 millones, ha bajado de forma notable y se ha colocado en 900 mil euros. Aquí, de entrada, ya sabemos que hemos perdido 100 mil euros si no hemos hecho Apalancamiento . En caso de que hayamos hecho, las pérdidas se ensartan a los 180 mil euros. Este es el riesgo y la cara menos amable del Apalancamiento . En el primer caso solo hemos perdido nuestro dinero. En el segundo, ya estamos en deuda con el banco.

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