La firma de contratos de alquiler cayó un 25% durante el 2023 y tres de cada cuatro superaron los 1.000 euros al mes de media, según Amat Immobiliaris. La empresa familiar catalana ha presentado este miércoles el informe que resume la actividad durante el último año y ha resaltado "la escasa oferta" de viviendas en alquiler, que se sitúa en "mínimos históricos". Así lo ha explicado el director general de la compañía, Guifré Omedes, que ha pronosticado que todo ello "continuará igual o peor" durante este 2024. En esta línea, ha advertido que el nuevo índice de precios tendrá "muy poco impacto" en el acceso a la vivienda y provocará que "se excluya" a los "más vulnerables económicamente" y a los perfiles "que no sean los más estándar".
"Quién accederá a las viviendas será quien tenga el mejor perfil económico", ha advertido Homedes. "Quien pueda pagar 1.200 accederá al piso de 1.100 porque es el mejor perfil, el de 1.100 accederá al de 1.000 y así vas bajando y quien queda fuera es el más vulnerable", ha precisado el directivo. En esta línea, ha concluido que los propietarios buscarán como inquilinos a "la familia perfecta, con dos componentes y grandes nóminas". "Para la gente que quiera incorporarse al mercado de alquiler van mal datos por años", concluye el informe.
Los precios continúan al alza Homedes ha destacado que la oferta de vivienda de alquiler es baja y esto es lo que provoca que ya se acumulen dos años consecutivos de bajada en el número de contratos. Ligado a la falta de oferta, la evolución de los precios continuó al alza durante el 2023 y en la inmobiliaria se situaron de media por encima de los 1.300 euros al mes. La cifra contrasta con los datos de hace 10 años, cuando entonces tan solo uno de cada cuatro contratos superaba el umbral de los 1.000 euros mensuales.
El informe precisa que la renta media se elevó hasta los 1.322 euros en Barcelona, 1.385 euros en Sant Just Desvern y 1.443 euros en Sant Cugat. El documento también destaca el porcentaje de extranjeros que accedieron al mercado del alquiler: en la capital catalana durante el último año el porcentaje se elevó hasta el 37%, más del doble respecto antes de la covid-19, cuando representaba el 15%.
En cuanto al perfil de inquilino, Amat Immobiliaris ha asegurado que se diversificó y "ya no es tan joven". Además, ha indicado que el mercado no se adecua a la demanda. "La gente alquila lo que puede, no lo que quiere o necesita. No tenemos un mercado adecuado a la demanda, tenemos el mercado que tenemos", ha sentenciado Homedes.
Un "buen año" en compraventas En relación con las compraventas, la empresa ha asegurado que el 2023 fue un "buen año", en la misma línea que el "récord" del 2022. Así, mientras que la cifra de transacciones realizadas fue similar al ejercicio anterior, el precio medio creció.
En cuanto solo a las compraventas de viviendas de segunda mano, la inmobiliaria ha destacado que en Barcelona durante el último año se situaron alrededor de los 600.000 euros. También resalta que las operaciones por encima de los 900.000 euros se duplicaron.
En la misma línea que el alquiler, Homedes también ha puesto el foco en la demanda por parte de extranjeros, que creció "ligeramente" por segundo año consecutivo (sobre todo por parte de China, Irán y la UE), y en el retorno del perfil inversor. La mayoría de operaciones fueron por parte de compradores de entre 40 y 60 años.
A la espera de la "letra pequeña" de la regulación de los alquileres De cara al 2024 la inmobiliaria ha pronosticado que todo será "muy similar", a pesar de la bajada de los tipos de interés y la entrada en vigor de la regulación de los alquileres. En este sentido, ha indicado que habrá que ver la "letra pequeña" del nuevo índice, que afectará a 140 municipios donde vive el 80% de la población catalana.
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