Pensarlo para que no se encarezca el hogar

La ciudadanía vive con pánico ante la llegada de final de mes. Y es normal porque no se habla de otra cosa. El precio de la electricidad está batiendo prácticamente cada semana sus récords y ha ascendido a primera preocupación social. Y diremos preocupación porque definirlo directamente de motivo de crispación e incordio debe de quedar poco pavo. Si el mes de agosto se acabó con unay nflació global del 3,1 %, la más alta en un mes desde el 2017, no hay que ser adivino para creer que la llegada del final de septiembre puede ser una bofetada por muchísima gente.

El último análisis de la inflación es definitorio: el capítulo que incluye la luz, otros suministros y la vivienda es el que más contribuye a este incremento. Subió un 10 % respecto a agosto del año pasado.

La factura de septiembre será récord: el precio de la electricidad seguirá siendo lo gran tema durante semanas

Hacen falta cambios. A nivel estatal, para frenar el escándalo del precio de la electricidad, sí, pero también un golpe de ningún familiar y personal. Para mirar de paliar la sangría.

Las razones del encarecimiento de la electricidad son el doble mercado, el funcionamiento del mayorista y el juego de las eléctricas. El diseño de la factura y cómo acaba repercutiendo en la factura final y el cambio de esta conforman un cóctel fatal, una bomba de relojería que de momento no hay manera de desactivar y que puede estallar a manos del país. Su consecuencia más directa es que se encarece el hogar. Estarnos en casa es más caro. Hacer la intendencia es cada vez más caro. Esto obviamente es socialmente un generador de todavía más desigualdades.

Desde la entrada en vigor de la nueva factura eléctrica, a inicios de junio, se conoce que más allá de las idas y venidas del precio al mercado mayorista, a nivel casero, con nuestra gente, en casa, tenemos un margen de maniobra para mirar que la factura no se dispare. Pueden ser cambios de hábitos empipadores o directamente imposibles de hacer para mucha gente, por razones de equipamiento, rutinas laborales o personales o por el que sea. Pero con la crisis de precios todo pequeño gesto ayudará. O puede ayudar.

Planificar con antelación las tareas domésticas y renovar las bombillas del hogar son algunas de las claves que dan las organizaciones de personas consumidoras para ahorrar. El nuevo modelo de factura eléctrica está basado en la discriminación horaria y mujer más pes al término variable (consumo) ante el fijo. Así, la nueva estructura tarifaria establece tres periodos en todos los consumidores de menos de 15 kW (consumidores domésticos) para los usuarios con PVPC.

Se fijan tres tramos horarios: punta, plan y valle. El periodo punta, en el cual el coste de los peajes y los cargos es más alto, está comprendido entre las 10.00 y las 14.00 horas y las 18.00 y 22.00 horas; el tramo plano, con un coste intermedio, se sitúa entre las 8.00 y las 10.00 horas, las 14.00 y las 18.00 horas y entre las 22.00 y 00.00 horas. La tarifa valle, el más trueque de las tres, se sitúa entre la medianoche y las 8 de la mañana (para desesperación de las comunidades y de vecinos con el sueño frágil) y se aplica durante todas las horas de los fines de semana y festivos.

Parejas de vecinas que trucan en casa, que pican la puerta. Qué quieren? "Somos las picaportes, y venimos a ayudarle a pagar menos a sus facturas de la luz, el gas y el agua", Y después de unos 35 minutos de media de visita, la persona que ha abierto se ahorra el sobrecoste que estaba pagando. Este proceso está pasando desde hace semanas en el barrio de Rocafonda de Mataró, el primero de acogerse al proyecto A-puerta que promueve la Confederación de Asociaciones Vecinales de Cataluña. De momento ya se han visitado más de medio millar de hogares y los datos son importantes: el 49 % tenían sobrecoste en las facturas de suministros y haciendo asesoramiento comunitario las Picaportes del proyecto han conseguit soluciones a incipientes problemas de pobreza energética.

La mitad de viviendas de Rocafonda pagan sobrecoste por sus suministros

Las visitas de las Picaportes buscan evitar la exclusión social. Son parejas del barrio que informan a sus vecinos sobre consumo de energía responsable, aplicaciones prácticas para rebajar el consumo y sobre todo a entender y minimizar las facturas. Entre electricidad, agua y gas, prácticamente la mitad de hogares analizados pagaban más de la cuenta o, si se prefiere, podían pagar menos. El proyecto a Rocafonda está pensado para un total de 1.200 hogares.

El consejo mayoritario

Esther Lumière es la coordinadora del proyecto A-puerta a Rocafonda y asegura que "obviamente notamos mucho la preocupación por el precio de la luz. Muchas de las familias estaban al mercado libre y las empresas han aprovechado el filón para sumar gente a las franjas más caras. Al mercado libre siempre acabas pagando más por el que el consejo general que damos es estar al precio regulado".

Hay que entender que este consejo es especialmente específico en barrios cómo Rocafonda. "Los precios regulados por el gobierno son los más económicos y además estar al mercado regulado es necesario en casos de beneficiarios de bonos sociales. El nuestro es un proyecto que se acostumbra a aplicar en barrios de familias vulnerables, por el que el consejo mayoritario es este", dice la coordinadora.

De momento, el actual segunda fase a Rocafonda es el único encargo hecho a A-puerta en la capital del Maresme. El balance y la tarea hecha estos meses evidencian que es una buena herramienta de trabajo social por el que la propia Lumière explica que "son las asociaciones vecinales o el propio Ayuntamiento los que podrían pedir que este programa llegara a otras zonas y barrios". Los mataronins que gracias al proyecto ya pagan menos seguro que lo recomiendan.