La historia de Boixet es de éxito: de crecimiento y adaptación a los nuevos tiempos
Con el comercio de proximidad pasa que hay establecimientos que casi que forman parte del paisaje, que cuesta de imaginarse una calle o una plaza sin un determinado negocio con su personal, servicio y clientela. Mataró se ha acostumbrado, en algunas de sus zonas de más actividad, a un dinamismo de aperturas y cierres de algunos locales que contrasta con las tiendas impertèrrites, las que tan a menudo todavía se las conoce cómo "can" ante el nombre. Calzados Boixet es un buen ejemplo.
El 2022 Boixet cumplió 125 años desde su primera apertura. Fue el 1897 y Tomàs Boixet abrió un taller de reparación y de hacer zapatos a medida en la calle de Beata Maria. Desde entonces han pasado este siglo y cuarto y cuatro generaciones familiares. Mataró ha cambiado y también ha cambiado Boixet que hoy pasa para ser la segunda firma de calzado más longeva de la ciudad y disponer de cinco tiendas físicas, presencia en el mercado semanal de ropa de la Plaza de Cuba y una tienda en linea. Las 125 velas las sopla Boixet en cifras impactantes: más de 30.000 pares de zapatos al año vende, más o menos.
Boixet ha ido abriendo nuevas tiendas hasta ser la zapatería (o directamente la firma comercial) con más locales de la ciudad. A la primogénita de Santa Maria se fueron sumando la de la Plaza de Cuba (1939) o la de de la calle de la Gatassa (1960). "Boixet apuesta por Cerdanyola cuando prácticamente no hay ningún bloque hecho y viene a ser prácticamente la primera tienda del barrio, cuando todo era arena y la zona se iba tirando, los vecinos ya compraban calzado", explica el actual responsable. La cuarta tienda física lo abre el 2008 en la calle de Barcelona ("en la época que era uno de los cuatro mejores calles comerciales de Cataluña", recuerda) y el 2021 abre la última en la calle de Santa Teresa. Cinco tiendas físicas y la parada de los jueves al mercado de la plaza de Cuba, delante por ante la tienda que tiene.
Una fórmula de éxito
Hace 36 años que en Quico Boixet, cuarta generación y bisnieto de aquel Tomàs pionero del primer taller, es al frente de la firma homónima. Coincide también con la época de más crecimiento de la firma. Entró, informatizar el funcionamiento y gracias a su personal, explica, ha ido adaptando el oficio familiar a los nuevos tiempos. Si hace 125 años que los mataronins se calzan a can Boixet, algún tipo de secreto o fórmula debe de tener.
Como buen tendero, Boixet es zelós de desvelar cómo se lo hace al frente de la empresa. "Buscamos como política una relación de calidad precio buena que hace que seamos una zapatería popular. Estudio la competencia para desmarcarme y nunca he primate la marca sino la calidad del calzado. Y hay un punto de riesgo, de conocer el mercado, los proveedores, de intuir las tendencias y de apostar. Todavía hoy puedo decir que me encanta mirar de acertar por donde pueden ir las temporadas, establecer estrategias, cerrarme y mirar por donde echamos", asegura.
Al fin y al cabo Calzados Boixet acaba operando como red de zapaterías, de los diferentes establecimientos y sabe el tipo de clientela de cada uno, incluyendo la parada semanal de los jueves. "Siempre busco y analizo mis errores, que es lo más fácil de cambiar y con los factores externos haya lo qué puedo, con más incertidumbre en la toma de decisiones", añade.
125 años de comercio de proximidad, de estructura y funcionamiento familiar y de priorizar la atención al cliente que genera fidelidad y confianza son hitos que no están al alcance de todo el mundo: "Tantos años son gracias a tener un personal involucrado y entregado con el buen funcionamiento, entre todos echan el negocio adelante", resuelve.
Los datos
- 125 años de la apertura del primer taller
- 83 años de la apertura a la Plaza de Cuba
- 4 generaciones al frente de la empresa
- 62 años de la apertura a Cerdanyola
- 5 tiendas físicas a Mataró
- 1 parada al mercado de los jueves a pl Cuba
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