Los cortes de luz siguen siendo demasiado habituales a Mataró

Los cortes en el suministro eléctrico continúan siendo un problema a Mataró. Así ha quedado demostrado en estas últimas semanas, con situaciones como la vivida la nochevieja a Rocafonda y parte de Cereza, que afectó unos 3.000 hogares, o el capítulo de la semana pasada al barrio del Palau, sin luz en las calles. Unos incidentes que generan indignación vecinal porque hace demasiado tiempo que duran, a pesar de las quejas del Ayuntamiento y las obras realizadas por Endesa que teóricamente tenían que solventar el problema.

El alcalde de Mataró, David Bote, está en contacto con otros ayuntamientos y administraciones de cara a hacer llegar una queja conjunta a la compañía suministradora a causa de los últimos cortes que se han producido, según apuntan fuentes del consistorio. Unos cortes que, por otro lado, no son paso exclusivos de Mataró, puesto que municipios como Badalona o Sabadell también los han experimentado en las últimas semanas, de manera todavía más grave que a Mataró.

No es la primera vez que Boto exprés a Endesa su malestar por las deficiencias en el servicio en la ciudad. Como mínimo en dos ocasiones más, el verano de 2018 y el invierno de 2019, el alcalde reclamó a la compañía mejoras por los cortes constantes que experimentaba entonces la ciudad, con capítulos diversos vividos al barrio de los Molins o a Can Vilardell, y también a equipaciones municipales como lo Josep Mora.

El pasado mes de septiembre, Endesa completó unas obras de mejora en el sistema de suministro en la ciudad. La inversión, de cerca de 90.000 euros, tenía que servir, según explicó la compañía, para duplicar la capacidad de transporte de energía aparte de la red eléctrica, con el objetivo principal de atender eventuales puntas de consumo y dar respuesta a nuevos suministros fruto del crecimiento de la ciudad.

Parece evidente, pero, que hacen falta reformas más profundas de cara a garantizar un suministro estable en la capital del Maresme. Los últimos episodios, además, han afectado directamente dos de los barrios en una situación socioeconómica más complicada a la ciudad, como son Rocafonda y Lo Palau. El incidente de la nochevieja fue como una broma de muy mal gusto para cerrar un 2020 pésimo, mientras que al Palau el apagón implica llover sobre mojado en un barrio donde se acumulan los sucesos y los problemas de convivencia.

Estos episodios, además, se producen en plena polémica por el aumento del precio de la electricidad coincidiendo con el aumento de la demanda por la ola de frío, algo que ha desencadenado una gran controversia política y social al país por las deficiencias de su modelo energético. A Mataró los vecinos y vecinas están hartos y desde el Ayuntamiento se vuelve a reclamar una solución porque la luz deje de marchar de las calles y hogares de la ciudad.