El temporal Glòria es muy potente y está generando problemas graves en comarcas como el Maresme, con cerca de una veintena de heridos en Mataró y numerosas incidencias, desperfectos materiales y problemas de movilidad. Como fenómeno individual no es una situación del todo excepcional. "Hablamos de una borrasca mediterránea con abanicadas importantes, temporal marítimo y mucha lluvia; esto lo hemos visto antes", relata Quim Serra, meteorólogo del Consejo Comarcal del Maresme. A pesar de esto, sí que presenta cifras de récord: las precipitaciones que se están acumulando en las últimas horas son históricas, puesto que se prevé que se acumulen 250 litros por m2 en 24 horas a varios puntos de la comarca. Y las oleadas son más grandes del que es habitual en estos episodios, llegando a los 8 metros de altura. Tampoco es del todo común sufrir borrascas como estas en un mes típicamente anticiclónico cómo es el enero.
Hay algo, pero, más preocupando que los datos de un episodio concreto como este. Se trata de la tendencia meteorológica que temporales como Gloria no hacen más que acentuar; se demuestra un golpe más que las condiciones climáticas en comarcas como el Maresme se están extremando, y el territorio yasufre consecuencias. Tal y cómo resume Serra, el viento cada vez sopla más fuerte y las lluvias son torrenciales, puesto que en dos días se acumulan las precipitaciones que tendrían que caer en todo un mes. Los episodios de aguaceros intensos se acompañan, como contrapunto, de periodos de sequía cada vez más prolongados. Todo ello, efectos del cambio climático.
Las abanicadas son cada vez más fuertes, con rachas máximas más potentes, y las lluvias caen con menos frecuencia pero cuando lo hacen, llegan a niveles torrenciales
"Cada vez hay más viento, y tiene más incidencia", resuelve Serra, que lo ilustra con datos como las registradas en Canet de Mar. "Hasta el año 2010 las rachas máximas de cada año no superaban los 90 km/h, y en la década que dejamos atrás subieron 5 km/h más; el pasado lunes marcamos un récord histórico de 103 km/h", destaca. Además de aumentar su potencia, los temporales de viento se están haciendo más frecuentes. El Maresmeha sufrido cuatro de muy importantes en menos de cuatro meses, algo inaudito. Los días 22 y 23 de octubre fue de una virulencia extrema, provocando la muerte de un hombre en Arenys de Munt arrastrado por la Riera, y desperfectos como la caída del muro de la escuela Valldemia de Mataró. Los días 3 y 4 de diciembre se repitieron episodios de grandes abanicadas y precipitaciones que superaron los 100 litros por m2 en 24 horas a la capital de la comarca. Tanto sólo una semana más tarde, más problemas con el viento; y ahora, el actual Gloria, con cifras de lluvia y de oleaje del todo inauditas. Veremos cuánto tarda al llegar el siguiente.
El crecimiento de las abanicadas, que es en boca de todo el mundo en el Maresme en estos últimos meses, es un hecho objetivo confirmado por los datos registrados, y tiene para el meteorólogo del Consejo Comarcal una razón vinculada claramente al cambio climático. "El aumento global de las temperaturas hace que crezca la energía disponible para las perturbaciones, que son las que generan el viento, y por lo tanto las abanicadas acontecen más violentas", relata. Este calentamiento global se está dejando notar muy fuerte en el Maresme. "Sufrimos temperaturas extremas en verano, como la máxima de 38 grados y mínima de 27 que sufrimos en Mataró el 4 de agosto de 2018", recuerda el meteorólogo, que apunta que son registros "impropios de nuestro clima y latitud", además de muy difíciles de soportar cuando se combinan con humedades elevadas.
"El aumento global de las temperaturas hace que crezca la energía disponible para las perturbaciones, que son las que generan el viento", afirma el meteorólogo Quim Serra
En cuanto a las lluvias, la dinámica de aguaceros concentrados en el tiempos seguidos de periodos de sequía cada vez es más acentuada. "La media mensual de precipitaciones es la misma que hace 15 o 20 años, pero hoy es habitual que casi toda la lluvia del mes caiga en un solo día", explica el meteorólogo del Consejo Comarcal. Así se ha vivido desde el mes de noviembre pasado en Mataró y en el Maresme; semanas sin ni una gota, y en un solo día, como este martes, lluvias que acumulan más de 100 l/m2.
Este panorama no coge por sorpresa a los meteorólogos. "Las proyecciones climáticas así lo preveían y cada vez se está acentuando más. No se puede negar la evidencia, es una cuestión objetiva, el clima está cambiante", relata Serra. Y esto tendrá efectos muy graves para el Maresme. Los temporales de viento cada vez más frecuentes, sumados al aumento del nivel del mar, ponen en peligro todas las infraestructuras y construcciones situadas a la orilla del mar, en una comarca volcada a la costa como el Maresme. A esto sesuma que las sequías están acabando con los bosques, que tendrán menos poder para frenar las rierades cuando estas se vean desbordadas por los episodios de lluvias torrenciales. "El cambio climático nos afecta por todas bandas", concluye Serra.
Más temporales de viento y el aumento del nivel del mar ponen en peligro una comarca costera como el Maresme
Los expertos apuntan que, de cara a adaptar el territorio al cambio climático, hay que aplicar muchos cambios. El ingeniero de monte Oriol Balsa apuntaba en una entrevista con Renacuajo que no queda más remedio que "sacar las vías del tren de la costa y hacerlas pasar a la altura de la autopista". Jordi Bonet, técnico de Cambio Climático del Consejo Comarcal, indicaba en el mismo sentido que "si sube el nivel del mar y hay temporales más fuertes y lluvias más abundantes, la costa será mucho más vulnerable; cuando se lo lleve, la querremos regenerar de manera artificial en ninguna parte de entender que habrá que replantear el modelo". Bonet insistía en los cambios necesarios en materia de infraestructuras. " habrá más cortes y más problemas de circulación del tren, porque no estará preparado, costará mucho dinero arreglarlo y a la larga habrá que replantear una nueva ruta".
El Puerto de Matarónota los efectos
Puertos como el de Mataró, por su parte, han notado como las consecuencias de las abanicadas y los temporales como Glòria son mucho más graves que en el pasado. La gerente del consorcio que lo gestiona, Margarita Díez, explicaba en una entrevista a Renacuajo que "en los últimos meses hemos vivido varios episodios donde el oleaje ha saltado por encima del dique de cobijo, y también hemos visto como el nivel del mar sube e inunda parte del muelle".
La gerente destacaba que los temporales de garbí son cada vez más frecuentes "y es ninguno allá donde tenemos orientada la bocana, por lo cual estamos desprotegidos. Nos entra el mar de fondo y esto afecta las cabezas de amarrament de todas las embarcaciones; cada vez que hay temporal tenemos que reforzar el servicio de marineria". En este sentido, hay que recordar que ayer martes, en pleno temporal, un golpe de mar se llevó el faro de la bocana del Puerto.
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