Capgròs
La Policía Nacional ha hecho efectiva la expulsión de un ciudadano marroquí de 53 años, vecino de Mataró, por su vinculación con el terrorismo yihadista y el grupo Estado Islámico (DAESH). El hombre había sido detenido en 2018 por la Guardia Civil en el marco de la "Operación Leva", que desarticuló una célula dedicada a captar combatientes para enviarlos a Siria, y ya cumplió condena por este hecho.
Después de quedar en libertad en 2022, el hombre volvió a Mataró, donde fue monitorizado por la Brigada Local de Información de la Policía Nacional para evitar una posible reactivación de su actividad radical. Ahora, a mediados de febrero, ha sido detenido de nuevo y expulsado a su país de origen, Marruecos, con una prohibición de entrada al espacio Schengen por un período de diez años, según ha informado el cuerpo policial en un comunicado.
El peluquero que adoctrinaba en Mataró
Según la investigación de la Guardia Civil, el hombre trabajaba como peluquero en Mataró y utilizaba su actividad profesional para adoctrinar y captar combatientes para el Estado Islámico. Las reuniones se realizaban tanto en la peluquería como en domicilios privados de Mataró, Barcelona y Tarragona. La investigación se inició en 2015 a raíz de una comisión rogatoria de las autoridades de Marruecos, que alertaban sobre su actividad de captación. Tres años más tarde fue detenido y el juez decretó prisión, pero desde 2022 volvía a moverse libremente.
Imagen del operativo
Monitorizado una vez libre
Desde su puesta en libertad, el hombre siguió siendo controlado por las fuerzas policiales, tal y como ha revelado ahora la Policía Nacional, ya que se consideraba que podía seguir siendo un activo peligroso en el ámbito del terrorismo salafista. "Se ha preparado y gestado la expulsión de este individuo gracias al buen trabajo policial que ha durado más de tres años buscando el momento oportuno", explican desde el cuerpo policial.
Su cuñado murió en Siria luchando en las filas del DAESH
A instancias de la Comisaría Local de Mataró, a este individuo le fue extinguida la autorización de residencia que poseía y se pudo averiguar que su propio cuñado se marchó a Siria a luchar con el DAESH, muriendo en combate. Valorando el peligro real de este "activo" y tras numerosas gestiones, se obtuvo el visto bueno de la Audiencia Nacional para proceder a su expulsión. Por este motivo, se puso en marcha un dispositivo policial coordinado de localización, detención y traslado. Posteriormente, fue conducido por carretera hasta Madrid, logrando materializar su expulsión efectiva con éxito a mediados de febrero en Casablanca (Marruecos).
Las expulsiones calificadas son un objetivo estratégico de la Policía Nacional, destacando entre ellas las de ciudadanos con vínculos terroristas y/o una radicalización profunda, al considerarlos "activos" con una peligrosidad muy elevada para la seguridad.
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