El problema de las ocupaciones ilegales de viviendas se está extendiendo en Mataró con consecuencias cada vez más preocupantes, empeoradas todavía más por la situación de confinamiento y de estado de alarma. Uno de los casos más graves se vive en pleno centro de la ciudad, a la calle de Cuba, donde un bloque de viviendas de alquiler ha sido ocupado recientemente por un numeroso grupo de personas de perfil conflictivo, y que según denuncian los vecinos están generando problemas de seguridad y convivencia a la zona.
Se trata de un edificio de dos plantas situado a la calle de Cuba 76, a la esquina con calle Castaños. Al bloque hay un total de seis viviendas que la propiedad tenía en alquiler, a pesar de que cinco de ellos estaban vacíos y tan sólo quedaba un locatario que marchó a pasar el confinamiento a casa de sus padres, a otra población. Cuando se decretó el Estado de alarma, por lo tanto, el inmueble estaba deshabitado -todos los contratos habían expirado- hasta que a principios de mes un grupo de personas aprovechó la avinentesa para ocuparlo ilegalmente.
"Denunciamos los hechos y un equipo de mediación de la Policía Local miró de interceder, pero cómo que sólo pueden marchar por voluntad propia, los okupas siguen allá", explica Cristina Martí, hija de la propietaria del inmueble. Martí constata que hace un par de semanas eran cuatro o cinco ocupantes, pero que ahora son "muchos más" a tenor del que ven los vecinos a diario. Tanto la propietaria como los residentes en la zona constatan que son individuos conflictivos, y los vinculan a incidentes recientes vividos en el centro como por ejemplo los intentos de robo a mujeres grandes en la calle de Amàlia y en la calle Sant Cugat. Desde el Ayuntamiento, pero, han negado que ninguno de los dos detenidos por estos hechos estén relacionados con el inmueble okupat.
Los vecinos acusan los okupas de incidentes como el intento de robo a la calle Amalia del pasado domingo
"Evidentemente no me atrevo a entrar, pero sabemos que han pinchado la luz y nos imaginamos que han provocado destrozos a los apartamentos", constata Martí. La propietaria señala que la situación genera inseguridad tanto a los vecinos como a los establecimientos comerciales de la zona. "En el centro vive mucha gente mayor, y sólo los falta salir a la calle con miedo", apunta. Ya hace meses que los vecinos de la zona del Centro y Ensanche denuncian un crecimiento de las ocupaciones de inmuebles, con casos como el de la calle Guifré el Pilós al cual se atribuyó un aumento de hechos delictivos a la zona.
Reclaman medidas en el Ayuntamiento
Con el confinamiento el problema de las ocupaciones, arraigado en Mataró desde hace años, parece haber ido además y ha generado muchas protestas, como por ejemplo la revuelta vecinal vivida la semana pasada al barrio de los Molinos. Los afectados por el caso de la calle de Cuba han abierto una petición a la plataforma Change.org donde se invita a firmar para pedir en el Ayuntamiento que actúe en casos como este. "No podemos consentir que el derecho a la vivienda provoque indefensión a los propietarios particulares", afirman.
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